Viernes, 16 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6298.
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DeLola a Lola
COTE VILLAR

Conversación. Hoy se estrena en cines la película dirigida por Miguel Hermoso sobre 'La Faraona'. También se abren hoy las puertas del Teatro Nuevo Apolo para el espectáculo de danza 'Lola'. Gala Évora y Yolanda Gaviño, las dos artistas que dan vida a la jerezana, charlan para M2 sobre esta figura irrepetible

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Gala Évora tiene a la crítica rendida a sus pies por su interpretación de Lola Flores en Lola, el biopic dirigido por Miguel Hermoso que se estrena hoy. También tiene un pacto fisonómico con el diablo. Sus cejas enmarcan una mirada endiabladamente similar, su nariz se afila y el rostro ovalado sugiere que los genes gaditanos acaso han trabajado a favor de que esta mujer de Sanlúcar de Barrameda se haya convertido por una hora y media en la jerezana Lola Flores. Évora luce radiante ahora, recuperando poco a poco su propia personalidad. Llega para charlar con la bailarina y coreógrafa Yolanda Gaviño, que estrena el mismo día en el Teatro Nuevo Apolo un espectáculo de danza centrado igualmente en la figura de La Faraona. Gaviño la conoció en vida y trabajó con ella. Ambas se saludan al conocerse por primera vez, y comentan que el lugar donde se hacen las fotos, el Museo Chicote, era «muy de Lola». «He venido mucho aquí a documentarme cuando estaba estudiando para la película», reconoce Évora, bajo la atenta mirada de una Lola Flores en blanco y negro que aparece en dos de las fotos que adornan el conocido local madrileño. La siguiente pregunta es obvia: ¿es coincidencia que se estrenen la película y el espectáculo el mismo día?

Yolanda Gaviño.- ¡Totalmente! Yo lo pienso y creo que es cosa de ella. Aunque he de decir que nosotros ya estrenamos en La Solana (Ciudad Real) el pasado 3 de noviembre. Pero fíjate si es curioso que hasta los carteles son parecidos, la letra es idéntica. Hay cosas muy similares sin habernos puesto en contacto. Misterioso.

Pregunta.- ¿Cuándo pensó en montar el baile?

Y.G.- Este espectáculo lo pensé en 2004, y lo tengo registrado el 28 de enero de 2005. Mi intención era haberlo hecho ese año, pero me llamaron para hacer la ópera Carmen y se quedó en el aire. Cuando acabamos la gira pensé que era el momento, y ha sido cosa de brujas.

P.- Las dos Lolas coinciden en reflejar la cara menos mediática de Lola Flores, ¿por qué?

Gala Évora.- Es cierto que ni Miguel (Hermoso) ni los productores han querido reflejar en ningún momento la vida de Lola que ya todo el mundo conocía. Era más interesante y más bonito de transmitir una etapa muy especial de la artista, sus comienzos, que no la «Lola de Hacienda», y creo que ha sido un acierto.

Y.G.- En mi caso es un espectáculo de danza inspirado en el mito de Lola Flores. Yo tuve la suerte de conocerla y trabajar con ella en televisión, y quise recrear un poco el temperamento y la pasión que ella tenía por el arte. Más allá de su personalidad mediática, quise rendirle homenaje a su personaje, e intentar así no perder esa gran estrella que ha sido Lola Flores.

P.- Ambas la conocieron en vida, ¿no?

Y.G.- Sí, a mí siempre me decía: «Hay que ver qué temperamento tienes niña, te pareces muchísimo a mí cuando era joven». Eso se me ha quedado grabado.

G.E.- No me acuerdo porque era muy pequeña. Tengo fotos en casa de cuando era niña, porque mi abuelo trabajó con ella en un tablao flamenco hace muchísimos años, y mi tío Isidro colaboró con ella en Flamenco, de Carlos Saura. Mi padre también ha colaborado alguna que otra vez con ella... Tengo los recuerdos y anécdotas que ellos me cuentan.

P.- ¿Creen que la prensa rosa ha erosionado el mito de Lola Flores?

Y.G.- Ella no ocultaba nada. Todo lo que están sacando últimamente ya se sabía porque lo contó en vida. No hay nada nuevo. Pero es verdad que son demasiado reiterativos al ahondar en los asuntos de una persona que ya no está aquí para defenderse. Ya sabemos que todo esto da mucho morbo, pero creo que con lo que hay que quedarse es con el mito.

G.E.- Me cuesta trabajo entenderlo, desde luego. Yo, cuando admiro a un artista, me quedo en eso, en la palabra artista. No me parece correcto indagar más en la vida personal de un mito, y menos que te interese más esa vida íntima que cómo baila, dónde estrena y cómo podemos admirarlo. Coincido en que el morbo juega un papel importante en este asunto porque Lola ha sido un personaje muy de todo el mundo, y quizá por eso más de uno se ha creído con el derecho de poder hablar más de la cuenta.

P.- Desde esa admiración que ambas confiesan sentir por Lola Flores, ¿no les ha dado respeto evocarla?

G.E.- Muchísimo. Cuando empecé con la película, el miedo más grande que tenía era saber si iba a ser capaz de transmitir el temperamento y la fuerza que ella poseía. Pero he puesto toda la carne en el asador, me he entregado en cuerpo y alma a este personaje y creo que lo he conseguido.

Y.G.- El personaje de Lola Flores es inimitable, de eso no cabe duda. Partiendo de ahí, todo lo que hagas será con respeto, con mucha voluntad, con cariño hacia ella y siempre dejando bien alto el pabellón de su memoria.

G.E.- A mí incluso me ha pasado durante la promoción, cuando me han pedido que hiciera de Lola en algún sitio: hasta ahí ha llegado el respeto que siento hacia ella. Muchas veces puedo pecar de antipática por decir que no a algunas cosas, pero es que tengo muy presente que no soy Lola Flores, que me he limitado a hacer mi trabajo como actriz y que le tengo tanta admiración que no me gustaría aparecer en un programa de televisión cantando como Lola porque no soy ella, soy Gala Évora.

P.- ¿Qué tiene cada una de Lola Flores?

G.E.- El venir las dos del mismo rinconcito de Andalucía, ser dos buenas mujeres andaluzas de armas tomar. Aunque yo personalmente no me parezco mucho a ella porque soy más dulce, más tímida, lo que pasa es que este proyecto nos ha envuelto de tal manera que creo que en algunos momentos hasta me ha poseído, por eso he sacado un temperamento que antes no tenía. Verás, yo siento que tengo esa fuerza y esa forma de ser, pero no tan acentuada como la tenía Lola, porque ella en cada segundo de su vida era pura fuerza. Yo voy por la vida más tranquila, más cohibida.

Y.G.- Coincido en que como mujer andaluza (soy de Málaga), también me parezco a ella en lo temperamental.

P.- O sea, que una madrileña no podría nunca evocar a Lola Flores...

G.E.- Síiiii, ¿por qué no?

Y.G.- Una madrileña igual sí, ¡pero una suiza no! Es broma. Desde mi punto de vista, creo que para tener ese poderío hay que ser de abajo. Aunque también hay andaluces sosos, pero... predomina más ese tipo de arte en Andalucía.

P.- Yolanda, usted también comenzó en el mundo del espectáculo desde muy pequeña.

Y.G.- Sí, yo desde chiquitita ya bailaba. Con 14 años empecé profesionalmente en el Ballet Nacional de España con Antonio Gades. Pero me identifico más con ella en la lucha diaria y continua por el arte, el no rendirse ante nada.

P.- Camarón, Lola, Truman Capote, Ray Charles... ¿Creen que se honra tanto a los mitos de épocas pasadas porque las estrellas actuales carecen de aquel poder de fascinación?

G.E.- Hoy en día hay muy buenos artistas pero quizá se haya perdido esa cosita tan especial que tenían los de antes. Venían con las ideas mucho más claras y una vida de sufrimiento a las espaldas que les hacía valorar más el éxito. Hoy lo tenemos todo más fácil y nos perdemos un poquito. Pero es que además, el caso de Lola Flores es especial porque Lola no ha sido sólo de ella y de su familia, Lola ha sido de España y del mundo entero. Quizá por eso Miguel Hermoso se haya visto en el compromiso de llevar a la pantalla la parte más desconocida de Lola, para contar que no sólo era la más grande sobre un escenario, sino también fuera de él. Tenía unos valores humanos extraordinarios.

Y.G.- La última ocasión en que yo le monté una coreografía fue en el Festival de la OTI de 1994. Ella ya estaba muy malita y sin embargo fue increíble, se puso su bata de cola, subió al escenario y se transformó. Era un ser especial, una luchadora nata. Por eso hoy en día, después de pasar tantos años desde que falleció, sigue estando en la palestra.

P.- A la familia parece que no le ha gustado demasiado la película [Lolita y Rosario se salieron de la sala a la mitad del pase privado que les organizó Hermoso]. ¿Las ha invitado a ver el espectáculo?

Y.G.- Aún no, pero están invitadas, por supuesto.

P.- ¿Qué les gustaría resaltar de su biografía?

Y.G.- Yo destacaría su fortaleza, su saber estar, lo buena persona que era, compañera ante todo... no he visto artista más sencilla que Lola Flores.

G.E.- También me quedo con eso: con la calidad no sólo artística sino humana.

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