Cuentan que Miguel Hermoso se decidió por ella nada más verla. Mandó al cuerno el casting que había hecho: Era la actriz que había estado buscando para encarnar a Lola Flores en su biopic. Gala Évora (Sanlúcar, 1983) nunca había estudiado interpretación y su único enredo con el cine había sido un pequeño papel en El día que nací yo, protagonizada por Isabel Pantoja. Pero el parecido físico con La Faraona era irremediable. Y llevaba en el currículo los coros de artistas tan conocidos como Carmen Linares o Enrique Morente. Bingo.
La sanluqueña desciende de una prestigiosa saga de cantaores, guitarristas y compositores, los Sanlúcar Évora. Desde niña, Gala ha estado rodeada de los grandes del cante, desde Rocío Jurado a Camarón de la Isla. Para el gran público, sin embargo, es una de las cantantes de Papá Levante, un grupo de jovencitas gaditanas que se pusieron coloradas hace unos años con la canción del verano. De aquello ya no queda nada. Ahora Gala prepara un disco en solitario y se aprende los trucos de la interpretación en las aulas, que es donde, supuestamente, tenía que haberlos aprendido. Aunque esa teoría se pueda rebatir al ver su recreación de La Faraona, que le está granjeando el reconocimiento de la crítica especializada -que ya la ha visto- como ya ocurriera con el Camarón de su compañero Oscar Jaenada.
La película que se estrena hoy en todos los cines comienza en Jerez de la Frontera en los años 30, con una Lola Flores niña que decide dedicarse al baile con apenas ocho años de edad. Y termina con el nacimiento de Lolita hija, engarzando la trama a través de los sucesivos romances y rupturas de la artista.
Lola, la película
. En cines a partir de hoy.
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