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| Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa (Montesquieu) |
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| LA IMPRESION |
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| El tripartito y el juego |
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El tripartito que gobierna la Generalitat desde finales de 2003 ha cometido innumerables errores y ha sido sometido a asedios, en ocasiones, injustificados. Sin embargo, el proceder de los responsables de Interior de la pasada legislatura en lo que respecta a la regulación del sector del juego, no parece ni fruto de un error ni de malentendido alguno. Los aspectos principales del giro de 180 grados en la política de los partidos que apoyan al Govern y, especialmente, del PSC se han llevado a cabo más que con impericia, con alevosía. Dos de las principales decisiones, contrarias a las proclamas que hacía el PSC desde los bancos de la oposición hasta 2003, se aprobaron en pleno interregno entre el Gobierno de Maragall y el de Montilla, y con la incertidumbre de quién iba a ganar las elecciones de noviembre. En contra del criterio que había mantenido durante años para flagelar a la CiU gobernante, a la que acusaban de connivencia con los empresarios del juego y de fomentar la ludopatía, el Govern de Maragall aprobó un cuarto casino y se convirtió en promotor de una tragaperras especialmente adictiva.
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