por VIRGINIA CASADO
Sentir el rugido de una Harley Davidson entre las piernas no es una experiencia que pueda vivirse todos los días. Escuchar ese sonido que surge con gran potencia del tubo de escape, palpar el tacto del manillar metalizado a la altura de la mirada y convertirse, por un día, en un auténtico Angel del Infierno. Aunque parezca mentira, no hace falta irse hasta la route 66 y recorrer los Estados Unidos de punta a punta. Es más sencillo. Basta con estar en Barcelona y querer disfrutar de la ciudad a bordo de este bólido de dos ruedas. De lo demás se encarga el hotel Prestige Paseo de Gracia. Este establecimiento hotelero pone a disposición de sus clientes un alquiler de 24 horas de una Harley Sportser 883 totalmente equipada: cascos, alforjas laterales, dos trajes de agua y un sistema de seguridad y blocaje. El servicio, que además incluye seguro y kilometraje ilimitado, forma parte de la alternativa Ask me. A través de esta opción, un grupo de especialistas aconsejan a los huéspedes sobre los mejores lugares para ir de compras, dónde disfrutar de los mejores restaurantes y qué opciones de ocio son las mejores de la ciudad. Todo ello a los mandos de una Harley. Potencia y confort se unen para quemar asfalto en todos los rincones de la ciudad.
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