Intérpretes: Bob Wotton (voz y guitarra eléctrica), Vicky Wotton y Scodett Wotton (guitarras acústicas y coros), Linda Horsgren (contrabajo), W.S. Holland (batería). / Escenario: Sala El Sol. / Fecha: 13 de marzo.

Calificación: ***

MADRID.- Comentan por ahí que Johnny Cash les ha dejado huérfanos, razón de que ahora recorran Europa actuando de club en club a modo de trouppe familiar.

«Un fantasma recorre Europa», había dejado escrito Karl Marx...Y lo cierto es que la banda histórica de Mr. Cash hace bueno el dicho, arrastrando las cadenas del repertorio country que el hombre de negro inyectó en el aire de quienes respiran la América profunda. Qué digo arrastrando nada... Calcando su cancionero, incluso, se nos presentaron los Tennessee Three, habida cuenta del parecido no sólo en cuanto a cuerdas vocales, sino hasta físico que se gasta Bob Wotton con Johnny Cash.

Su mujer e hija llevan tiempo ya incorporadas a las dos guitarras de palo que pide el quinteto que ahora comanda. Y la señora de Mr. W.S. Holland, el otro superviviente original de los Tennessee, vende los compactos del grupo a la puerta de cada uno de sus conciertos. Así se las gastan los huérfanos de Johnny Cash, que en Madrid dejaron buen sabor de boca entre la media entrada de público que acudió a escuchar su actuación, en un 80% dedicada al maestro, pero también salpicada de temas firmados por Carl Perkins y otros clásicos.

I walk the line y Ring of fire, entre los temas más conocidos de Johnny Cash. Orange blosson special, Cry, cry, cry, Big river, Give my love to rose, Guess thing happen... La lista de interpretaciones que los Tennessee Three se marcaron fue larga, al margen de que su batería tenga ya 71 años. W.S. Holland, el primer batería que los anales del rock and roll recuerda, solicitado a la mitad del siglo pasado por figuras como Roy Orbison y el mismísimo Elvis Presley.

Los Tennessee Three no inventan nada nuevo. Ya lo inventaron en su momento, poniendo sintonía a la renovación del género que trajo consigo el forajido Johnny Cash. Tocan por derecho. Tocan bien, ameno y divertido incluso, lo que llevan tocando toda la vida, que ya es bastante.