Y que nadie le espere, porque Michael Schumacher no se acercará siquiera hasta Melbourne, a pesar de que su cargo de consejero en el equipo Ferrari podría habérselo permitido. Sin embargo, en la primera carrera del año tanto Massa como Raikkonen podrán contar con las indicaciones que el alemán les realice desde casa. Está previsto que mantengan contacto permanente con él durante el gran premio, y su antiguo ingeniero de pista, el australiano Chris Dyer, ofrecerá los datos que Schumacher ha dejado a disposición de la escudería. Entre esos informes está la telemetría que con tanto sigilo cuidaba de las miradas indiscretas de sus compañeros de equipo. Ahora, fuera de la F1, estos datos van a ser aprovechados por los pilotos de la casa italiana. Más interesado en ellos está Massa, que no los había podido ver hasta esta pasada semana. Un punto a favor para el brasileño. A Raikkonen le ha dado lo mismo, fiel a su estilo.

Duda.

El objetivo de la escudería está claro: no hay que perder puntos en esta primera parte del año. No puede llegar Alonso -una vez más- y pisar la parte europea del campeonato en cabeza del certamen. Massa tiene la lección bien aprendida e intentará llevarse todo lo que pueda de esta primera parte del año, a sabiendas de que tiene un coche ganador. Sobre lo que pretende Raikkonen, nadie lo sabe, mas allá de que querrá ser lo mas veloz posible en la pista. El brasileño sí tiene un plan definido. El finlandés no. Puede ser crucial al final del año y Ferrari puede verse en un aprieto. Quizá tengan que decidirse por alguno de los dos en el campeonato, y más si Alonso les pisa los talones. Ambos tienen vía libre para decidir en pista quién debe ser apoyado para ganar el Mundial, pero se sabe que Raikkonen es el más indicado para la imagen de la F1. Todos, hasta los que no pertenecen a Ferrari, prefieren a Raikkonen. Pero en el inicio, ambos pelearán como enemigos.

Los nuevos dirigentes del equipo se siguen poniendo a tono. Esta semana hubo muchas reuniones, algunas de ellas en medio del paddock de Melbourne. Faltaban muchas caras conocidas que imponían respeto. Entre ellas, la de Jean Todt y Ross Brawn. El francés dirige a Ferrari como empresa y se ha alejado de las pistas, aunque tenga contacto permanente con la escudería de carreras. Sin embargo, el cerebro pensante de Brawn estará muy lejos de idear estrategias para Melbourne. El inglés se ha tomado un año sabático y su puesto ha sido ocupado por Mario Almondo, quien no tiene ninguna experiencia en este tipo de puesto, y a quien se le ha visto bastante ocupado en Australia. No mostraron el mismo nivel de preocupación los pilotos, siempre con prisas para marcharse. Quizás, algunos ingenieros extrañen las larguísimas reuniones con Schumi. Y quizá éstas tengan repercusión en los resultados finales.