AMADEU GARCIA
BARCELONA.-
En el Barça, brillan los Navarro, Lakovic y compañía. Pero allí, a su lado, hay también un jugador trascendental en los planes de Dusko Ivanovic en los últimos tiempos: Jordi Trias. El triunfo en la Copa del Rey, el que rompió la prolongada sequía de la sección más importante del club azulgrana, le tuvo como protagonista destacado. El equipo, contra pronóstico, se abrió paso hasta la final y venció a un Real Madrid con el que hoy se enfrenta otra vez en la ACB (19.00 horas, La2).
Este gerundense de 26 años admite la superioridad blanca en la Liga, pero se muestra a la vez confiado en las posibilidades de su equipo. «Es muy fácil motivarse cuando se juega contra el Madrid. Simplemente, intentaremos disfrutar de este partido, nada más. Para mí, es tal vez el equipo más peligroso de esta Liga. Tenemos que hacer un partido defensivamente muy bueno para tener opciones», asegura.
En Málaga, ya dieron la sorpresa. Él y el Barça. Siempre desde su habitual modestia y discreción, el gerundense se llevó el MVP. «Con tantos jugadores de calidad, no me lo esperaba. Lo que más me importaba era ganar el título. El trofeo individual fue casi lo de menos».
En su opinión, la Copa fue el punto de inflexión, el revulsivo que necesitaba el equipo azulgrana para mostrar su mejor cara, tras un inicio titubeante. «Lo hemos arreglado a tiempo. Llevábamos mucho tiempo sin ganar nada y lograr esta Copa, además de la manera en que llegamos, fue casi una bendición. Un título como éste nos ha dado esa tranquilidad necesaria para jugar como pensamos que podemos hacerlo», asevera. Porque calidad, sobra. «Este Barça es el mejor equipo en que he jugado».
Está convencido de que el equipo puede hacer grandes cosas. Todo es cuestión de tiempo. El necesario para asimilar los postulados de Ivanovic. «Le gusta un tipo de baloncesto muy rápido, muy específico, y creo que los jugadores, a medida que ha pasado el tiempo, hemos asimilado su filosofía. Es una estrategia que, si realmente acabas practicándola como él quiere, es la mejor que se puede hacer hoy en día en Europa», destaca.
Sabe de lo que habla. Le apasiona este deporte. Estuvo en la lista previa de Pepu Hernández, pero fue descartado a última hora y tuvo que seguir el Mundial por televisión. Japón le quedaba demasiado lejos para ir a verlo en directo, como solía hacer cuando jugaba en el Girona y se desplazaba a Barcelona para ver los partidos del equipo azulgrana en la Euroliga.
Ahora los vive en directo y desde el parqué. Ha cumplido su sueño. Por eso, y aunque acaba contrato y la NBA está llamando a su puerta, confía en seguir de azulgrana. Cree que aún tiene mucho que mejorar y prefiere ir paso a paso. Modestia obliga. En su caso, para nada falsa. «A todo jugador que realmente ama este deporte le gustaría jugar en la NBA, y en mi caso no es diferente. Pero, sinceramente, uno de mis sueños era jugar en el Barça y puedo estar satisfecho de haberlo cumplido. Acabo contrato y me gustaría que el club y mi representante se pusieran de acuerdo para seguir aquí muchos años».
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