ARTURO ESCANDON. Especial para EL MUNDO
TOKIO.-
Takafumi Horie, fundador del gigante puntocom Livedoor, no se sintió intimidado al conocer ayer la sentencia del juez que lo condenó a dos años y medio de cárcel por fraude contable y siguió proclamando su inocencia, tal como lo ha venido haciendo desde que fuera detenido en enero de 2006.
El empresario, de 34 años, que representa a una nueva camada de hombres de negocios japoneses asociados al nuevo dinero y contrarios a cualquier forma de convencionalismo, apeló de inmediato la sentencia del tribunal de distrito de Tokio. Alegó que es inocente y que los fiscales le habían hecho una encerrona.
El juez Toshiyuki Kosaka considera probado que Horie participó en la ejecución de un artificio contable por el cual la empresa transformó 300 millones de yenes de pérdidas en 5.000 millones de yenes de beneficios para aumentar el valor de las acciones de la compañía en Bolsa. El grupo Livedoor llegó a controlar más de 50 empresas y a valer más de 5.000 millones de dólares. Se dedicaba al negocio de servicios por internet y operaba en el financiero.
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