CARMEN LLORENTE
Cualquier oferta de compra sobre Bolsas y Mercados Españoles (BME), el holding que agrupa a las plazas financieras de nuestro país, tendrá que pasar por el filtro del Gobierno. El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto que determina que la adquisición o pérdida de una participación de control en el capital de todas o alguna de las sociedades que administren los mercados requerirá el visto bueno del Ejecutivo, a propuesta del Ministerio de Economía y Hacienda, oídas las comunidades autónomas con competencia y previo informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El ministerio que dirige Pedro Solbes justifica este control en la «trascendencia de las tareas que estas sociedades desempeñan, de interés público y general». Se considerarán participaciones significativas aquéllas que alcancen, de forma directa o indirecta, el 1%, 5%, 10%, 15%, 20%, 25%, 33%, 40% ó 50% del capital.
Así, Economía, a propuesta de la CNMV, podrá oponerse a la adquisición de una participación significativa en el capital de BME o de alguna de sus sociedades, «cuando estime que es necesario asegurar el buen funcionamiento de los mercados, para evitar distorsiones en los mismos o por no darse un trato equivalente a las entidades españolas en el país de origen del adquirente o de quien controle al adquirente».
BME está formado por las Bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, el mercado de deuda pública, los mercados de futuros y opciones (MEFF), el mercado oficial del aceite de oliva (MFAO), el mercado de Activos Financieros (AIAF) y la Sociedad de Liquidación y Compensación.
Desde julio del año pasado, el holding cotiza en la Bolsa española como una empresa más y, en los últimos meses, se ha convertido en uno de los valores estrella del parqué, ante las crecientes expectativas de que sea opado por algún competidor internacional.
Desde hace un año, las entidades gestoras de mercados financieros viven un frenético proceso de concentración a nivel mundial. En el parqué madrileño se estima que es cuestión de tiempo que BME caiga en manos de alguna de las grandes plazas europeas. Las miradas se dirigen especialmente a la Bolsa de Fráncfort.
Al calor de estas expectativas, BME suma una revalorización de más del 17% lo que va de año. Sólo en las dos últimas sesiones ha ganado un 5%.
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