JOSÉ LUIS MARTINEZ CAMPUZANO
Más bien, desequilibrios que pueden llevar a una recesión. Éste fue el orden que ha sugerido el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan. En su opinión, la elevada madurez de la fase alcista del crecimiento norteamericano podría llevar a desequilibrios que, a su vez, condujeran a una recesión de EEUU. No es nuevo aludir a los riesgos de un crecimiento como el estadounidense: baja tasa de ahorro interno, elevado déficit público y un creciente desequilibrio de la balanza exterior. Sin duda, una amenaza para el crecimiento. Pero, ¿y el riesgo de inflación? Al fin y al cabo, la economía de EEUU estaría en estos momentos en pleno empleo sin que las empresas ofrezcan indicios de ampliar la capacidad de producción con más inversión. Pero pocos son los que valoran como real el riesgo de alza del IPC. Sin entenderlo del todo, la mayoría confiamos en que los efectos positivos de la globalización se mantengan a corto plazo limitando los peligros inflacionistas. Mientras, la curva de tipos descuenta hasta tres recortes para las tasas oficiales en caso de que se confirmen los malos augurios. El temor es económico y no de inflación. Pero, ¿podría esto revertirse en los próximos meses? Algunos miembros de la Fed nos alertan del peligro de mayores alzas de los tipos si la inflación no corrige rápido. De nuevo, el riesgo no se centra sobre su subida como su estabilidad en niveles altos. En mi opinión, es la inflación y no el crecimiento lo que debemos temer. Lo que no quiere decir que anticipe un nuevo proceso inflacionista. Simplemente, es lo que más daño haría a unos mercados demasiado confiados.
José Luis Martínez Campuzano es estratega en España de Citigroup.
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