Miembros de ETA siguen con interés, desde las prisiones en que cumplen condena, las agrias discusiones entre PP y PSOE en torno a la política antiterrorista.
Las últimas decisiones del Ejecutivo en esta materia parece que han causado satisfacción en el colectivo de los presos de la organización terrorista. En una carta a la que ha tenido acceso EL MUNDO, enviada por el etarra José María Urkijo Borde, alias Kinito, a una amiga, éste afirma: «Parece que las cosas se están moviendo y eso debe ser motivo de optimismo y de movernos todos para hacer que el proceso avance e ir construyendo la normalización».
El etarra le comenta que, como se imaginará, está «siguiendo muy de cerca todo lo que se refiere al proceso de paz». «En estos días, las cosas parece que andan bastante crispadas entre el PP y el PSOE», añade.
Crispación
Kinito achaca esta crispación a la desesperación de los populares ante la posibilidad de no recuperar el poder. Así, comenta: «Los peperos están desenfrenados [...] Yo creo que están actuando a la desesperada pues saben que la única solución al conflicto viene por las vías políticas, y si el PSOE de verdad se decide a dar pasos, aunque sean pequeños, en esa dirección, va a seguir fuerte en el Gobierno y va a tener legislaturas para rato».
Sin embargo, considera que a los socialistas les falta «un poco de valentía, audacia y decisión para dar esos pequeños pasos», y piensa que será determinante lo que «pueda pasar en Nafarroa [Navarra]» en las próximas elecciones municipales.
José María Urkijo, alias Kinito, es uno de los miembros de la banda más controvertidos. De hecho, la organización terrorista estuvo a punto de acabar con su vida al descubrir que había ejercido durante siete años de confidente del subcomisario José Amedo -condenado por su participación en los GAL-, aunque, al final, decidió perdonarle.
Kinito fue detenido el verano de 2003 junto a otros miembros de ETA en Cancún (México). Los agentes que llevaron a cabo las investigaciones que condujeron a la captura del etarra no se explicaban muy bien cómo la banda había vuelto a aceptar en sus filas a alguien que había sido un topo de la Policía, a menos que siempre «hubiera estado jugando a dos bandas».
Urkijo Borde perteneció a la Mesa Nacional de Herri Batasuna hasta que se vio obligado a confesar en 1989 -tras una información publicada en Diario 16- que había sido confidente de Amedo. Fue entonces cuando HB decidió expulsarlo.
A principios de los 90, Kinito desapareció y, durante años, nada se supo de este histórico del movimiento abertzale. Viajó hasta México y su familia tuvo que desmentir en reiteradas ocasiones que lo hubieran matado. Durante su estancia en este país, el etarra no rompió con su pasado y se integró en la estructura que ETA mantenía allí, donde pasó a encargarse del colectivo de presos etarras en el estado mexicano de Quintana Roo hasta su detención en Cancún el 19 de julio de 2003, en una operación contra la estructura logística y financiera de la banda terrorista, en la que, además de él, fueron detenidos otros ocho presuntos miembros de ETA.
El 1 de agosto de ese mismo año, el Gobierno español pidió a México la extradición del etarra, que se encuentra actualmente en la prisión de Soto del Real (Madrid).
Precisamente desde esta cárcel madrileña, Kinito escribe la misiva de la que reproducimos uno de los párrafos en esta página. En ella, el etarra compara la actitud del PP con la del «intransigente [Ian] Paisley y los unionistas» en Irlanda, y asegura que, si los populares quieren seguir siendo alternativa de Gobierno, no les queda otro «remedio que aceptar la negociación política como única vía hacia la normalización».