MARBELLA.-
Un hombre de 34 años falleció ayer al arrojarse desde la quinta planta de los juzgados de Marbella tras prestar declaración en un caso relacionado con violencia de género, según informaron a Efe fuentes judiciales.
El suceso ocurrió a las 14.46 horas, después de que el detenido concluyera su declaración y el magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 dictase su ingreso en prisión.
Al conocer la decisión del juez, el joven, que se encontraba esposado, empujó a uno de los policías que le custodiaban, huyó y se precipitó al vacío.
El hombre cayó en una zona ajardinada y, aunque no murió en el acto, los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
El suicidio de ayer en los juzgados marbellíes trajo a muchos a la memoria el de un agente judicial de la ciudad investigado por su posible participación en el robo de los sumarios de los casos contra el entonces alcalde Jesús Gil. Ocurrió el 3 de octubre de 2001. El hombre, mientras la Policía Nacional lo acompañaba para registrar su domicilio, aprovechó un descuido para subir a la azotea de su edificio y suicidarse arrojándose al vacío. Se llamaba Francisco Calero y estaba adscrito al Juzgado de Instrucción número 6 de Marbella.
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