La apertura del túnel de la avenida de Portugal, sentido entrada, y su enlace con la cuesta de San Vicente supone, según el propio alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, «el nuevo Madrid que hoy empieza a nacer».

Consciente de que ya está cerca el final de unas obras que le han costado al alcalde muchos quebraderos de cabeza y a los ciudadanos, muchos atascos, Ruiz-Gallardón se enorgulleció de su «valor» para acometer los trabajos y, sobre todo, la fe: «creíamos y creyeron que era posible un Madrid distinto y mejor».

Agradeció la paciencia de los ciudadanos y aseguró que «al final, juntos, hemos sido capaces de hacer lo que otros ni siquiera se atrevieron a soñar». Y continuó con su arenga, ante varios concejales y responsables de las empresas que han realizado el proyecto: «hemos hecho aquello que otros, probablemente no se hubieran atrevido ni a iniciar».

Palabras como desafío, transformación, modernización, revolución o sostenibilidad han saltado de un párrafo a otro del discurso de Ruiz-Gallardón: «Hemos superado los obstáculos de quienes no querían que llegáramos a este día. Pues hoy ha llegado, está aquí y se queda para siempre».

Según Gallardón, las obras de la M-30 son «el mayor proyecto de reequilibrio territorial» y el de «mejora medioambiental».

El motivo de esta exaltación, el túnel de la avenida de Portugal abierto de ida y vuelta, contará con cuatro carriles por sentido, que se bifurcarán después entre los que pretendan entrar hasta el centro de Madrid (por plaza de España) y los que quieran salir a la glorieta de San Vicente.

Queda pendiente la inauguración de la conexión de este túnel con la M-30. Es decir, se puede pasar desde la circunvalación a la avenida de Portugal, en sentido salida, pero aún no se podrá entrar a la M-30 si se circula por este túnel, en dirección entrada a la ciudad.

En total, cuando estén abiertos todos los enlaces, este acceso será utilizado por 58.000 vehículos al día, de los 1.300 serán taxis y 1.800 autobuses públicos con más de 90.000 viajeros sobre sus ruedas.

«Mejoramos las comunicaciones entre el centro y el oeste pero no sólo para la ciudad de Madrid, también para la Comunidad puesto que esta infraestructura beneficiará a los 258.000 vecinos del distrito de Latina pero también a los 700.000 de Móstoles, Alcorcón y Pozuelo que cada día se incorporan a nuestra ciudad», insistió el regidor.

Los siguientes motivos de orgullo para Ruiz-Gallardón será las aperturas de las conexiones entre la M-30 con la carretera de Valencia y una parte del by-pass Sur, concretamente seis kilómetros de túnel en sentido sur-norte.

Por su parte, el portavoz de la asociación de vecinos de Batán, Manuel Dorado, criticó ayer que el nuevo túnel de la avenida de Portugal no vaya a mejorar la calidad de vida de los residentes de su barrio y reclamó que la prolongación del paseo de Extremadura hasta la M-40 esté regulada por semáforos y tenga un límite de velocidad de 50 kilómetros por hora porque se trata de «una vía urbana», según informa Europa Press.

Dorado insistió en que el paseo de Extremadura es una calle y que, como ocurrió con la avenida de Córdoba, la antigua carretera de Andalucía, debería también tener limitada la velocidad, como cualquier otra vía de la ciudad, y marcados los pasos para peatones.

El portavoz vecinal de la zona colindante al trozo de carretera que se ha soterrado también subrayó que la actual configuración de la A-5, a la altura de Batán, hace que los vecinos tengan que cruzar la vía por pasos subterráneos, que, según apuntó, están en malas condiciones y generan «inseguridad» entre los residentes. Para el portavoz de la asociación de vecinos, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, debería «bajar del cielo» y «molestarse» en estar «a pie de calle, escuchando a los vecinos».

Por otro lado, el presidente de la asociación de vecinos del Alto de Extremadura, Juan Díez, aseguró que los residentes de la avenida de Portugal entre los números 157 y 177 no podrán optar al nuevo aparcamiento subterráneo que se ha construido sobre el subterráneo ya que, según indicó, el Ayuntamiento únicamente permitirá que se presenten al concurso para obtener una plaza los vecinos que viven desde el número 9 hasta el 155 y algunas calles adyacentes.