Este invierno ha sido el más caluroso desde que comenzaron a registrarse las temperaturas del planeta, hace más de un siglo. Así lo ha señalado la agencia del Gobierno de EEUU que estudia el clima mundial. La Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica de EEUU (NOAA) afirmó ayer que la temperatura global combinada de la tierra y de la superficie del mar entre diciembre y febrero fue la más alta desde que se iniciaron los registros, en 1880.
La ola cálida que se experimentó en enero fue la responsable de elevar el promedio de las temperaturas combinadas para el invierno boreal, según informó la agencia en su página web, www.noaa.gov.
La temperatura del periodo entre diciembre y febrero superó en 0,72 grados centígrados a la cifra promedio del siglo pasado. «Los factores que han contribuido a ello han sido la tendencia en la largo plazo a tener temperaturas más cálidas, así como el fenómeno de El Niño en el Pacífico», señaló Jay Lawrimore, el Centro de Datos Climáticos de la NOAA.
Según señala la agencia, las temperaturas fueron mayores al promedio histórico de Europa, Asia, Africa Occidental, el sudeste de Brasil y el noreste de EEUU, tal y como recoge la agencia Reuters. También se presentaron condiciones más frías de lo habitual en partes de Arabia Saudí y el centro de Estados Unidos.
El segundo invierno más caluroso desde 1880 se registró en 2004 y el tercero, en 1998, según informaciones de Lawrimore. Desde 1995 se experimenta el decenio más cálido en la historia reciente. «No afirmamos que en este invierno sea evidente la influencia del efecto invernadero», continuó el experto.
Durante el siglo XX, las temperaturas de la tierra se incrementaron alrededor de 0,06 grados centígrados por década. Sin embargo, la tasa de aumento ha sido tres veces mayor desde 1976, con aproximadamente 0,18 grados centígrados por década, según las mismas fuentes.
Precisamente ayer, los ministros de Medio Ambiente del G-8 se reunían en Postdam para preparar un encuentro que debe celebrarse en junio en el balneario báltico de Hiligendamm (Alemania). El cambio climático será uno de los temas a tratar en la agenda. Los ministros estimaron que es inevitable que EEUU forme parte, junto al resto del mundo, del impulso para revertir el efecto invernadero y las emisiones de CO2. «Es muy importante que EEUU forme parte de este esfuerzo, obviamente, porque no va a tener ningún éxito sin ellos», señaló el ministro de Medio Ambiente británico, David Miliband.
Su homólogo alemán, Sigmar Gabriel -que preside el encuentro en nombre de la Presidencia alemana del G-8-, se hizo eco de los comentarios de Miliband. Los países del Grupo de los 8 (EEUU, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Canadá Japón y Rusia) esperan con sus contrapartes de China, la India, Sudáfrica, Brasil y México utilizar la reunión de Postdam como puente para acortar brechas entre las visiones del cambio climático de países ricos y en desarrollo. «Las diferencias están aún muy marcadas», señalaba Gabriel. EEUU es muy criticado por retirarse del Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de gas en 2001. Pero recientemente da señas de querer revaluar su postura.