MADRID. - Puede que en Mountain View, la sede de Google en Silicon Valley, se estén preguntando ahora mismo si hicieron bien en invertir 1.650 millones de dólares en una joven y prometedora página de intercambio de vídeos que nació en un garaje cercano, allí mismo, en California. La niña bonita del imperio Google, la página más vista por los internautas (100 millones de visitas al mes), el baúl en el que se meten y se sacan desde las grabaciones más inocentes a las más perversas se ha revelado en cuestión de meses como una manzana podrida; un regalo envenenado que amenaza con emponzoñar a base de pleitos a la casa matriz.
Y es que, a Google se le acumulan las quejas y las demandas. La última hasta ahora ha sido la mil millonaria querella de Viacom (propietaria entre otras de MTV, Nickelodeon, Dream Works y Paramount) que acusa a Youtube de proyectar 160.000 vídeos que considera suyos. La denuncia alega «violaciones intencionadas y masivas de los derechos de propiedad».
La de Viacom es la historia de una demanda anunciada. Desde hacía meses venía reclamando a Google una compensación por los abusos de los derechos de autor que presuntamente comete Youtube. Y eso que, en principio, Google pensó que se blindaba ante posibles querellas acordando con Steve Chen y Chad Hurley (fundadores de Youtube) que la nueva adquisición quedaba fuera del servicio de vídeo ofertado por ellos, informa Julio Valdeón Blanco. Pero las demandas han acabado llegando... y a mansalva.
Nada más ser adquirida por Google, Youtube tuvo sus primeros escarceos con la Justicia, aunque por motivos muy distintos a la violación de los derechos de autor. De hecho, la empresa Universal Tube & Rollform Equipment Corporation, cuya página web era www.utube.com, decidió demandarles por los perjuicios derivados de tener que cambiar hasta cinco veces de hospedaje (después de 10 años en la misma página) para tratar de evitar a los visitantes despistados de www.youtube.com.
Lluvia de querellas
En otoño de 2006, Youtube fue obligada a retirar varios vídeos de eventos deportivos tras ser demandada por la Liga británica y la NBA estadounidense. Las aristas de esta relación han desaparecido tras firmar acuerdos con varios clubes ingleses, como el Chelsea de Londres, que ha convertido a Youtube en su canal oficial, y con la Liga profesional de baloncesto de EEUU.
En enero pasado, un vídeo en el que aparecía Daniela Cicarelli -modelo brasileña ex novia de Ronaldo- haciendo el amor con su novio en una playa española, fue retirado de la página por orden de un juzgado de su país. Unos días después, el Gobierno indio amenazó con bloquear el acceso a Youtube tras colgarse en la página una parodia en la que un imitador de Gandhi hacía un streaptease.
Antes de final de mes, un piloto de helicóptero estadounidense demandó a la web por colgar sin su permiso unos vídeos que había grabado él en 1992 durante las violentas redadas de Los Angeles.
Pero las cosas se han puesto serias para Google y su diamante en bruto este mismo mes de marzo. Para empezar, las sociedades internacionales de derechos de autor han pedido a Youtube que regularice los atrasos... es decir: que pague por lo que allí se cuelga.
Esa misma semana, un internauta avezado coló en la controvertida web unos minutos de la serie de Telecinco Los Serrano y reventó la muerte de Lucía, que iba a emitirse en el capítulo del día siguiente. La protesta de Telecinco no se hizo esperar. La penúltima gracia de los usuarios de esta web ha sido colgar un vídeo en el que se viola el honor de Mustafa Kemal Atatürk, el padre de la patria turca, lo que ha llevado a un juzgado de este país a ordenar el bloqueo del acceso a Youtube desde Turquía.
Campaña en internet
Lo cierto es que una página web poco o mal controlada en la que son los internautas los encargados de meter los vídeos es lo más parecido a un coladero de ofensas y estrategias políticas a diestra y siniestra. En EEUU, la campaña electoral se juega también en internet. Desde el vídeo en el que una cantarina Hillary Clinton desafina al entonar el himno nacional, al de Michael J. Fox pidiendo el voto para los demócratas entre los espasmos provocados por su mal de Parkinson, no hay candidato estadounidense que se libre de tener una entrada en Youtube.
En España, los internautas no se han quedado atrás. En octubre de 2006 un vídeo con un falso robo del escaño de Zapatero sembró la alarma en el Congreso. El PSOE tomó nota de las descargas registradas y poco después el grupo parlamentario europeo colgó una grabación explicando las conversaciones del anterior Gobierno con ETA.
Google sabe la que se le viene encima y por eso se afana en llegar a acuerdos con las cadenas de televisión para emitir sus contenidos sin problema. Ya han firmado BBC, Digital Music Group, NBC, CBS, Fox, el Chelsea, la NBA... El último se rubricó a principios de la semana pasada con Antena 3.