SI, la de Inmaculada Echevarría, 30 años enferma de una distrofia muscular incurable. Hasta para respirar necesitaba ayuda. Figúrense para el resto de cosas, íntimas y menos íntimas. El miércoles, a las 9 de la noche, consiguió su único deseo en vida: morir. ¿Pero murió dignamente? A ella esta pregunta le trae ya al pairo. De acuerdo, Inmaculada: querías alcanzar el descanso eterno y ya lo tienes. Que contesten, pues, si Inmaculada murió sin una mancha última de indignidad quienes la rodearon en los días finales, quienes le enchufaron un micro para hacerle una gran entrevista en plan gran exclusiva últimas voluntades. ¿Se imaginan qué habría escrito la prensa seria y circunspecta del país si el tomate o salsa rosa hubieran hecho algo parecido, con el último adiós de un famosete desesperado? Buitres al servicio del más deleznable periodismo amarillo. Así habrían sido calificados, con razón. Esta campaña en favor de la legalización de la eutanasia/la sedación terminal/ suicidio asistido (o como quiera llamarse), con la utilización de anónimos personajes desesperados, produce una angustia y desasosiego indescriptible, aun estando de acuerdo con el fondo: el derecho individual a elegir entre vivir o morir. Pero más doloroso será el sentimiento que todo este montaje despertará en personas con enfermedades como Inmaculada pero con ganas de seguir viviendo a su modo. ¿Tendré que pedir perdón por mi egoísmo al no querer morir?, pensarán. ¿Morir dignamente? Yo me quedo con ese otro anciano de la India que mendiga durante tres días una limosna para poder comprar leña y ser incinerado como manda la tradición. Lo leo en uno de los tiernos relatos de Ramiro Calle en su último libro, La mirada de Shiva, de la editorial Kailas.

¿VERDES DE VERDAD?

SI, con el verde la vida se ve de otra manera y las noches con más aliciente. Los ingleses, con tan mala prensa por su flema (sin s), quieren ser los más verdes del planeta. El Partido Conservador, equivalente al PP, en la oposición por poco tiempo (aquéllos), discute implantar una tasa para todo aquel que, por placer, viaje en avión al extranjero más de una vez al año. Los aviones son uno de los grandes focos contaminantes. Y nadie habla de ello por intereses económicos. En España, con el turismo, menos que en ningún sitio. Habrá que decidirse: morir porque vienen las suecas surcando el cielo y echando a perder el agujero de ozono o morir de hambre porque no vienen.

¿SIN VERGÜENZA?

SI, se están quedando algunos políticos. Por ejemplo, el mister Bean de Ferraz, José Blanco. Si España fuera un país normal, el número 2 del PSOE habría dimitido tras su lamentable declaración sobre el sábado de las banderas: en esa manifestación hubo «la mitad de manifestantes que muertos en Irak». Hay que ser eso..., para meter en el mismo saco a los muertos de ETA, razón de la protesta en Madrid, y a las víctimas de los radicales iraquíes. ¿Estará orgulloso de su ocurrencia? ¿Y su madre? Un método infalible para saber si uno metió la pata es preguntarse: ¿Se sentirá orgullosa mi mamá de lo que he hecho? Claro, dependerá de la madre que cada uno tenga.

¿NAVARRA ES DE ESPAÑA?

SI, y si no lo es, presidente Zapatero, explíquelo ya. Y si alberga alguna duda, ya que tuvo el honroso gesto de presentar el número 100 de La Aventura de la Historia, lea el 101 y el especial dedicado a Navarra dentro de la serie Así se hizo España. Si usted, lector, tiene dudas, compre también la revista: se lo aconsejo. Si algo ES, eso es Navarra en la Historia de España. Otra cuestión es negar la mayor.

¿CONOCE ALGUN MATRIMONIO?

SI, sin separarse. Esta institución blanca como la novia vive momentos de crisis como la otra institución alba, pero sin Capello a quien echarle la culpa. Según la última estadística, en 2005 se rompieron 137.044 matrimonios, cerca de 400 al día. Algunos se están forrando y no precisamente los separados. Lo peor del divorcio, pasado el disgusto, es tener que pagar la hipoteca del piso sin poder disfrutarlo al quedarse en él ella/él. Y lo más humillante, el escarnio, como ha hecho Heather Mills. Con la mala leche atribuida a los cojos, tras sacarle la manteca a McCartney ha iniciado una campaña en favor de los cerdos.

¿PROTEJAMOS AL ARTISTA?

SI. Un periódico, copiado antes de salir. Un libro, plagiado y distribuido en masa antes de llegar a las librerías. Un traje de estilo, pirateado antes de entrar en tienda. ¿Sería justo? Es lo que está pasando con la música. Una férrea campaña se ha desatado contra el canon digital y todos aplaudimos sin darnos cuenta de que: o se protege al artista como Noé en su arca o dentro de nada será otra especie desaparecida.

¿UNA FRASE DE LA SEMANA?

SI, de Cioran: «Toda palabra es una palabra de más». Pues eso. Añado otra para que la tenga en cuenta esta semana en puertas: «Un día enseña a otro día». En latín: «Dies diem docet». miguel.a.mellado@elmundo.es