MARIA EUGENIA YAGÜE
El doctor Christian Chams recorre cada semana las capitales europeas para atender a sus clientas. El miércoles pasado dejaba Londres para viajar a Milán. Dos de sus pacientes más conocidas están en la capital británica. Semanas antes de su boda con el príncipe Carlos, Camilla Parker-Bowles ofrecía un aspecto mucho más fresco y juvenil que su habitual aire apergaminado. En cuanto se supo quién era el artífice de su nueva imagen, la fama del médico francés de origen iraní subió en Londres como la espuma.
Fue Sara Ferguson quien le recomendó a Camilla que se pusiera en manos de su médico. La ex duquesa de York, nunca ha ocultado sus secretos de belleza.
En Milán esperaban al famoso doctor sus pacientes italianos. El más conocido, Silvio Berlusconi, entregado con frenesí desde hace dos años a rejuvenecer a golpe de bisturí, aunque entre un lifting y otros arreglos ha tenido que pasar por el quirófano para ponerse un marcapasos que equilibrara el ritmo cardiaco.
Ahora Chams trata también a Verónica Lario, la esposa del avocato, aunque el médico no se hace responsable de los labios que luce la señora Berlusconi desde hace unos meses.
El éxito de Chams radica precisamente en su prudencia a la hora de inyectar con agujas milimétricas en surcos y arrugas de la cara, un cóctel de vitaminas y elementos naturales. Es más o menos la misma fórmula que emplean el resto de sus colegas. Dosis homeopáticas de ácido hilaurónio, vitaminas C y E, enzimas, oligoelementos, antioxidantes, cobre, zinc y silíceo, elementos absorbibles en varios meses y sin efectos secundarios. Para las infiltraciones en los labios, se emplea restilane, otro tipo de ácido hialurónico que no produce esos abultamientos excesivos que destrozan la imagen de algunas mujeres hermosas y bien cuidadas.
Hace una semana, Doña Sofía hacía un pequeño discurso en la inauguración en Madrid de un centro para tratar el Alzheimer. La Reina, siempre impecable y elegante, lucía un aspecto más juvenil. Sus labios de trazos finos parecían más gruesos. «Es una boca de Chams», aseguró una señora presente en el acto que entiende de estética y que es paciente del médico francés.
De Milán, el doctor volvía a su consulta de París. En plena campaña para las presidenciales. El aspirante de la derecha, Nicolás Sarkozy, y su recuperada esposa se dejan inyectar por Chams el cóctel de la juventud y la belleza. También la candidata socialista Segolène Royal frecuenta su consulta de la rue du Dôme.
Hoy Chams atenderá en Madrid a sus clientes, hombres y mujeres, en el Instituto de Maribel Yébenes en el Paseo de la Castellana. Allí ya los doctores Monserrat Ponga y Manuel Plaza utilizan el surtido cóctel de vitaminas y minerales para inyectar a quienes eligen ser tratados por estos médicos españoles. La diferencia es que Chams frecuenta los palacios reales. Y eso, impresiona un montón.
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