VALENCIA 0
RACING 2
MESTALLA. 30.000 ESPECTADORES.
Cañizares
Miguel
Albiol
Navarro
Del Horno
Albelda
Marchena
Angulo
Silva
Villa
Morientes
Cambios: Viana por Navarro (min. 45)
Joaquín por Angulo (min. 45)
Toño
Pinillos
Rubén
Garay
Oriol
Colsa
Vitolo
Scaloni
Serrano
Munitis
Zigic
Cambios: Balboa por Scaloni (min. 73)
Tomás por Zigic (min. 84) s.c.
Juanjo por Serrano (min. 88) s.c.
rbitro: Rodríguez Santiago
Tarjetas amarillas: Navarro, Viana, Del Horno y Scaloni.
Tarjetas rojas: No hubo.
Goles: 0-1: Munitis (min.19); 0-2: Oriol (min.62).
VALENCIA.- El Valencia se desangra en Liga y sus opciones a pelear por el título van disminuyendo jornada a jornada. Si la pasada semana la alegría se la robó Osasuna, ayer fue el Racing de Santander el que le dio un bofetón en su propio estadio que le dejó grogui. Mestalla sesteaba y el Valencia se contagió. De poco valieron las advertencias de que los cántabros no son el equipo ramplón de antaño que luchaba por no verse con el agua al cuello. Sólo dos partidos perdidos en 2007 y una pareja muy rentable, Munitis y Zigic, eran argumentos suficientes.
Pero el Valencia estaba desenchufado. Esperaba a un rival domable y se encontró con un equipo que quería jugar, consciente de sus limitaciones, explotando muy bien sus armas. El Racing no fue suicida, aunque tampoco se entregó. Hizo lo que sabe con mucha efectividad. Miguel Angel Portugal tenía la receta para hacer daño y no le falló ni un ingrediente. El Valencia ayer no tenía brújula. Ni una idea, ni un destello de improvisación, ni siquiera suerte.
Con pelea, mordiendo, el Racing le cegó. Marchena y Albelda no se hicieron con el centro del campo. Sobre el capitán recayó ayer la labor de hacer jugar al equipo y naufragó. Esa tarea le viene grande. Silva no aparecía y Angulo, gris, andaba más preocupado de auxiliar a Miguel que de crear peligro. Morientes y Villa no conseguían inquietar a Rubén y Garay. El extremeño le puso voluntad y el Guaje no se saca de encima el desasosiego que le tiene maniatado desde que no ve puerta. Y van seis partidos.
Un disparo alto de Albelda y otro de Marchena a los 17 minutos fueron los primeros avisos valencianistas. Dos minutos después, el Racing se adelantó. Como en el partido en El Sardinero, la sociedad Zigic-Munitis obligaba a nadar contra corriente. Pinillos cruzó un balón largo, Zigic lo peinó en un salto con Albiol y Munitis se zafó de Miguel con un remate acrobático que sorprendió a Cañizares. Ya tenían el partido donde querían. Sólo había que madurarlo.
Perdido, desorientado, sin estrella y hasta sin ilusión, el Valencia no apareció. Los balones en largo eran su único recurso y ni siquiera le servían para acercarse con solvencia al área porque siempre aparecía Toño. Mientras, Serrano tuvo el segundo tanto del Racing en sus botas. La desorientación local era tal que al filo del descanso Silva y Villa se estorbaron al intentar rematar un centro de Angulo. Mestalla despertó para silbar a su equipo.
Quique intentó arreglar el desaguisado con un golpe de mano en la segunda parte. Se dejó a Navarro en el vestuario, retrasó a Marchena a la defensa, le dio la manija del equipo a Viana y a Joaquín la banda derecha buscando su genio. La Liga se escapaba. De nada sirvió. El golpe definitivo lo dio Oriol al rematar un córner poco después. En ese momento aparecieron los fantasmas valencianistas. La cuesta se empinaba un poco más. El Racing había sabido cumplir su papel a la perfección y sólo Joaquín ponía intensidad, insuficiente en cualquier caso para no ver la Liga un poco más lejos.