Pregunta.- ¿Se queda o se va?

Respuesta.- Hace unas semanas se publicó una entrevista en la Gazzetta dello Sport. Al día siguiente, en España, dos periódicos la recogieron: uno interpretó que me quería ir y el otro que me quería quedar [risas]. Me encuentro bien y no tengo intención de irme. Al final de la temporada, si el club decide hacer otras cosas, entonces lo tendré en cuenta. Lo que está claro es que ahora mismo no quiero irme.

P.- Al menos, usted parece feliz en España, no como Emerson...

R.- Yo estoy feliz en Madrid. Como sucede en todas las profesiones, si el trabajo no va bien, te molesta. Pero en la primera dificultad uno no puede irse. No sé lo que hará Emerson, pero mi idea no es marcharme.

P.- ¿Por qué cree que no lo está haciendo bien aquí?

R.- Llegué tras el Mundial, que fueron siete partidos en los que todo me salió bien. He jugado más de 500 partidos oficiales en mi carrera, más de 100 con la selección. No siempre he jugado tan bien como en el Mundial, y no siempre he jugado como lo estoy haciendo en Madrid. Es cuestión de tiempo y de acoplamiento.

P.- Ésa es la sensación, que su techo fue el Mundial...

R.- No lo sé. Recuerdo que en mi primer año en la Juventus jugué 38 partidos de 38 posibles, y casi todos como en el Mundial. Podría decir que los dos años de Turín han sido donde he jugado al máximo. En el Parma jugué también a buen nivel, pero cuando ganas, es todo diferente. Resalta mucho más. La diferencia entre mi estancia en la Juve y el Parma es que en Turín era mucho más tranquilo, tenía más experiencia. En el Parma, era más vehemente, intentaba atajar el balón a toda costa. Este año es verdad que el rendimiento no es alto, pero me entreno todos los días, estoy en contacto con mis compañeros, no como me pasó en el Inter, que estuve lesionado y me entrenaba aparte. Cada etapa es diferente.

P.- La impresión en España es que los mejores defensas están en Italia. ¿Eso es un complejo?

R.- Nosotros tenemos una escuela importante. Lo mejor que tenemos es que conseguimos mantener muchas veces la concentración alta durante los 90 minutos. Quizá, los defensores españoles o brasileños tienen más calidad técnica. En realidad, yo me siento un caso diferente, porque me considero uno de los últimos defensores marcadores italianos, porque también la escuela está cambiando. Ahora todos los equipos juegan en zona. Recuerdo que a mí me enseñaban que cuando el balón iba a la banda, lo primero que debía pensar era marcar al hombre. Ahora es diferente, se ven más errores en los defensas. En el área, hay más contacto. No sé si los italianos somos los mejores, pero sí que tenemos una gran escuela, una gran tradición.

P.- ¿A usted le gusta el fútbol de su país?

R.- ¡Claro que sí! Yo entiendo que es difícil de entender porque no es un fútbol espectacular. Obviamente, hay partidos que resultan feísimos, pero hay otros muchos en los que uno se puede divertir. Lógicamente, si en este momento un compara la Liga española con la italiana, hay mucha diferencia. Nosotros en los 90 tuvimos una calidad bastante alta. Había siempre siete u ocho equipos que podían ganar la Liga. Ahora no. Lo que sí sé es que, con todos nuestros defectos, el fútbol italiano ha ganado alguna cosa en la Historia.

P.- En España, el fútbol más admirado de los últimos años es el del Barcelona. ¿Triunfaría en Italia?

R.- No lo sé, no lo sé. En Italia, casi todos los equipos son como, por ejemplo, el Betis que vino al Bernabéu a encerrarse. Organizados, defensivos, que saben sufrir. En Italia son todas así y por eso creo que el Barça lo tendría realmente difícil.

P.- Volvamos con usted. Admite que no lo está haciendo bien. ¿Sería capaz de decirle a su entrenador que no le alinease?

R.- Yo no hablo con el entrenador. Él tiene las ideas muy claras y no hace caso de ninguno. Un entrenador sabe cuándo un jugador está bien y cuándo no lo está. Yo en este periodo me he entrenado bien, siempre he hecho las cosas bien. El entrenador siempre valora las cosas en función de los entrenamientos y yo siempre me entreno bien.

P.- ¿Capello es el mismo de la Juventus?

R.- En la Juve, el primer año, era mucho más duro. También porque en Italia la mentalidad es diferente. Capello sigue siendo duro, pero aquí pone una sonrisa.

P.- ¿Le dolieron las criticas por el Balón de Oro?

R.- Es muy difícil contentar a todos. Quizás más que lograr el Balón de Oro, me ha hecho mucha ilusión ganar el FIFA World Player, porque era la confirmación de que ese año he jugado mejor. Después, pueden decir que no soy Baressi, pero ése es otro discurso. Está claro que este año he sido mejor que los demás.