A lo largo de la marcha, de entre los populares sólo el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, se adelantó en un momento dado unos metros de la multitud para declarar a los periodistas que «hay un sentimiento de preocupación extendido en la sociedad, no solamente en Navarra, sino en toda España». Para dejar bien claro a quién dirigía sus críticas, Zaplana apuntó que «el que no quiera verlo» es «que no quiere ver la realidad».

Sólo después de la hora y 10 minutos que tardó la comitiva en recorrer los más de 1.800 metros que separaban el punto de salida de la Estatua de los Fueros de Navarra, y una vez leído el manifiesto final y comentado el acto tanto por parte de Sanz como por Alli, se dirigió Mariano Rajoy a los medios de comunicación.

Dijo que sus posiciones políticas «coinciden» con las del presidente del Gobierno de Navarra, y subrayó que ambos partidos -PP y UPN- son socios «muy a gusto y desde hace muchos años». Asimismo, hizo hincapié en que su presencia en la manifestación, así como la del resto de miembros del PP, era un acto «de solidaridad con el Gobierno y la mayoría de la sociedad navarra».

«Una vez más, muchísima gente, más que nunca, se ha manifestado en la calle ejerciendo un derecho democrático que está plasmado en la Constitución española», con el que han defendido «unos principios y una legalidad para que no se utilice a Navarra como moneda de cambio», subrayó Rajoy, que dijo haber visto, «como la semana pasada en Madrid», «gente que defiende principios, valores y sentimientos con el corazón».

Una constatación que le hizo sentirse «enormemente orgulloso» porque significa, a su juicio, «que éste es un país que no está dispuesto a pasar por según qué cosas», en el que viven «gentes con sentimientos, con creencias, y a los que no les gusta que se rían de ellos ni que les tomen el pelo».

Alli: «Que tomen nota»

Por su parte, el presidente de Convergencia de Demócratas de Navarra, Juan Cruz Alli, destacó durante su alocución a los periodistas que la manifestación había supuesto «una afirmación de la navarridad». En esa línea, pidió que «tomen nota en Madrid y en otra comunidad limítrofe que nadie, nadie, nadie puede tomar una decisión al margen de las instituciones democráticas y el pueblo navarro».

Tras recordar que la opción de la mayoría de los votantes es la de «una Navarra como comunidad diferenciada gracias al Fuero», exigió al Gobierno de España «la misma lealtad» que la Comunidad foral le guarda, ya que «no es aceptable que el presidente negocie con la larga mano de los terroristas y no diga nada al Gobierno de Navarra; eso no ha pasado nunca», sentenció.