El informe de movilidad que el Ayuntamiento presentó al Ministerio de Fomento junto a sus alegaciones advertía además de que el incremento de tráfico por la ampliación de la estación de Atocha podría llevar también a un taponamiento de las salidas del sur y este de Madrid.

Según sus cálculos, el aumento de viajeros para los nuevos AVE (Atocha pasaría de tener ocho millones de viajeros de Alta Velocidad a contar con 34 millones) traería consigo una mayor presencia del transporte privado y del público, y ambos aspectos serían perjudiciales para la zona.

En cuanto al transporte privado, el proyecto de ampliación de Fomento incluye un nuevo aparcamiento con 3.500 plazas (un 3,5 más de las que hay ahora), que supondría, en hora punta, vomitar en la glorieta de Carlos V y sus alrededores unos 400 coches cada hora.

Además, según los estudios de los funcionarios municipales, la zona comercial que también quiere construir Fomento en el nuevo Atocha atraería hasta ese aparcamiento no sólo un tráfico dinámico de recogida y dejada de viajeros, sino también vehículos privados que lejos de usar la estación como punto de viaje lo haría como centro comercial.

El informe municipal asegura que lo que pretende Fomento va a tener «consecuencias serias con resultados de mayores congestiones no sólo en la zona próxima sino que incluso llegará a afectar a las entradas y salidas de Madrid desde las zonas sur y este».

El Ayuntamiento insiste en que no se está teniendo en cuenta en las estimaciones de tráfico la remodelación del Eje Prado-Recoletos puesto que «conllevará la supresión de carriles de circulación y por tanto la disminución de la capacidad en el paseo del Prado, que, probablemente, genere incrementos de tráfico en la calle de Alfonso XII».

Ni tampoco aparece reflejada la afección que supone al tráfico el nuevo Monumento a las Víctimas del 11-M, que ha acercado la glorieta a la estación de Atocha.

De hecho, el Ministerio propone la construcción de dos glorietas en el entorno de Atocha para acomodar los nuevos flujos de vehículos y la implantación de sentidos únicos en el paseo de Reina Cristina y en la avenida Ciudad de Barcelona.

El Ayuntamiento considera poco serias y nada documentadas las propuestas de Fomento y más cuando éste concluye que «el tráfico en la zona será igual al que se registra actualmente, se trata de una zona muy congestionada, seguirá igual de congestionada independientemente del tráfico que se le añada».

En cuanto al transporte público, el Gobierno municipal asegura que el estudio de Fomento sólo contempla para la planificación de Metro y autobuses a los usuarios de la Alta Velocidad. En cuanto a las zonas que se han reservado para al EMT, el Consistorio las considera «insuficientes y desproporcionadas en relación con los usuarios que se prevé los usarán», aunque reconoce que se mejoraría la situación actual que ocupan.

Las 12 líneas de autobuses que llegarían a Atocha moverían seis millones de viajeros anuales.