Domingo, 18 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6300.
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 NUEVA ECONOMIA
FINANZAS
EL COBRADOR DEL FRAC VUELVE A HACER NEGOCIO
El repunte de la morosidad y la falta de una ética de pagar a tiempo han sembrado la geografía española de empresas dedicadas al recobro de impagos. Un sector en auge en el que conviven compañías legales con otras que usan métodos de coacción. Por
Ana Lorenzo

Era la hora del aperitivo. El restaurante iruñés Erreka estaba concurrido. Uno de sus dos socios, Félix, atendía a los clientes sin percatarse de que fuera del local, un vehículo estampado con la frase Cobrador del Frac se había estacionado. El conductor del coche, propiedad de Norcobros, se coló en el abarrotado comedor. Y, sin reparos, alzó la voz para reclamar al dueño el pago de una deuda pendiente.

Ataviado con su inconfundible disfraz, el representante de Norcobros dejó un reguero de tarjetas de visita con el dichoso logotipo en el buzón de Félix, en el portal de su vivienda... Hasta que el Tribunal Supremo intervino y puso fin al acoso. La Justicia ha resuelto a favor del moroso y ha condenado la coacción y los medios vejatorios empleados por la popular empresa, dedicada al recobro de impagados. Un sector en auge, que no está regulado, y en el que conviven compañías que usan métodos expeditivos con otras especializadas en la gestión de riesgos, cuyos mejores clientes son la banca y las operadoras de telefonía móvil.

Según los últimos datos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef), en España hay registradas 2,5 millones de operaciones morosas por 7.175 millones de euros. Por si fuese poco, los efectos de comercio impagados van en aumento. El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula que el total es de 8.987 millones.

Con este escenario, no es de extrañar que uno de los líderes, Istrum Justitia, admita que ocho de cada 10 empresas presentan problemas de liquidez. Y que el 19% opte por suspender sus entregas a los deudores. «La desesperación hace que algunos recurran al espectáculo del disfraz. No somos peores pagadores que en Europa, pero la coyuntura nos es favorable ahora. Y, además, no hay una regulación», explica Luis Salvatierra, responsable de la compañía para España y Portugal. «Somos el hazmerreír de Europa al recurrir a esos métodos. Nos fastidia la existencia de sociedades que emplean la persecución para amedrentar. Dañan la imagen del sector», sostiene Carles García Pons, responsable de Gescobro, que admite que el negocio promete, a tenor de los 300.000 expedientes gestionados por la firma y los 35 millones de deuda impagada que recuperó en 2006.

La maraña de empresas que tiñen la geografía española de firmas dedicadas al cobro de morosos es cada vez más amplia. Raíces Inmuebles y Utiles, que opera con el anagrama de El Cobrador del frac y que, según el registro mercantil, se dedica al alquiler de bienes inmuebles, está controlada por Luis Navarro Riu. Cuenta con un largo historial de demandas y su dueño aparece como responsable de firmas como Inforfrac, Norcobros, Gestión y Cobro de Valencia -explota la marca El Pregonero-, Compra de Créditos del Norte, Televenta Frac, Andaluza de Frac, Catalana de Frac o Castellana de Frac. Su competencia más directa es El Cobrador Escocés, domiciliada en Barcelona y que arrastra reclamaciones administrativas e incidencias judiciales. Dedicada al asesoramiento se ha ramificado por Cataluña. Lo mismo que en Andalucía ocurre con firmas sonadas como Cobro de Morosos, Nazarenos o El Zorro.

Son nombres que justifican la indumentaria de los perseguidores de morosos -toreros, monjes, gaiteros, tunos- y sus discutibles tácticas, así como la actividad de unas empresas que, con el tiempo, también saben cómo adaptarse -ya hay firmas dedicadas a desahucios y expulsión de okupas-. Aunque la patronal, Angeco, guarda silencio, recibe con satisfacción las condenas de los juzgados -en Valencia, por ejemplo, el Grupo Torero ha sido sancionado por amenazar con boicotear una boda de un moroso-. Y trata de aunar fuerzas para contar con una regulación. De momento, 29 empresas están agrupadas. De éstas, algunas están vinculadas a entidades como Effico -Grupo Cetelem- o de Contentia -Cofidis-. Miembro de la federación europea del gremio, Angeco garantiza la liquidación de las cantidades cobradas por la vía amistosa o judicial. Y se niega a aceptar en su seno a compañías que emplean métodos para coaccionar al deudor.


DEL VACIO LEGAL Y LA PROFESION DE 'MOROSOLOGO'

Si hay alguien que conoce todos los vericuetos del negocio del recobro de deudas, ése es Pere J. Brachfield. Autor de varios libros, entre ellos, 'Jaque a los impagados', editado por Gestión 2000, coordina un equipo internacional de profesionales de la gestión del crédito cuyos trabajos pueden seguirse en la web 'morosologia.com'. Un término que responde a una profesión, la de 'morosólogo', que ha sido acuñada por este profesor de la Escuela de Administración de Empresas de Barcelona y del Centro de Estudios Financieros. Brachfield lamenta que las empresas dedicadas al recobro de impagados no gocen, en España, de la excelente reputación que tienen en el entorno empresarial del resto de Europa. Este experto cree que el 99% de los impagados se pueden llegar a cobrar utilizando técnicas adecuadas y sin recurrir a los cobradores disfrazados. En el ruedo, además, han entrado otras agencias que piden gastos anticipados sobre los impagados -un 10% del total- y desaparecen después y dejando al deudor sin los documentos que acreditan la deuda. Brachfield opina que la falta de una ética empresarial de pagar bien, la ausencia de sistemas de control, la inexistencia de una cultura de cobros y la ineficiencia del marco legal condicionan la morosidad en España. Un negocio prometedor, puesto que las empresas del sector se quedan con más del 50% del dinero que recuperan para sus clientes. Ante tal situación, CiU ha sido la única formación política en moverse. Acaba de presentar una proposición no de ley para que se regule el marco de actuación de las empresas de reclamación de deudas y del cobro de impagados, ante el vacío legal.

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