Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál debe ser su destino (Proverbio árabe)
OPINION
Impresiones
Las ONG deben someterse a auditorías externas
El suplemento Crónica dedica hoy un amplio reportaje a la peripecia vital de José Luis Gamarra, fundador y presidente de la ONG Anesvad y desde hace unos días preso en la cárcel de Basauri por haber metido la mano en la caja. El artículo arroja luz sobre la opaca gestión de esta organización, que Gamarra creó en 1968 y que saltó a la fama en los años 90 de la mano de anuncios impactantes que reclamaban dinero para causas nobles como la lucha contra la lepra o contra la explotación sexual. Desde hace algún tiempo, Anesvad levantó sospechas. La ONG apenas dedicaba un 40% de su presupuesto a sus proyectos en el Tercer Mundo y en algún ejercicio había cosechado incluso cuantiosos superávit, algo tremendamente chocante en una institución sin ánimo de lucro. Tampoco ayudaba a ahuyentar sospechas el lujoso tren de vida de Gamarra -que vivía en un barrio exclusivo y se paseaba con chófer y guardaespaldas- o el hecho de que hace unos años dos de sus directivos fueran despedidos por haberse apropiado de medio millón de euros. El truculento caso de Anesvad -cuyo agujero podría alcanzar los cinco millones de euros- vuelve a poner sobre la mesa la opacidad de algunas ONG. Sería bueno que todas -las mejores de ellas ya lo hacen- se sometan a auditorías externas que certifiquen que se da un buen uso al dinero que bienintencionadamente aportan los ciudadanos.