LA ANEXION DE NAVARRA AL PAIS VASCO

Querida Cayetana...

Tú que conoces los últimos recovecos de las trampas del Gobierno en la negociación subterránea que Zapatero y Eguiguren mantienen con Eta, ¿por qué no cuentas a nuestros lectores la verdad sobre Navarra? Las declaraciones de Otegui, ese personaje potenciado en los últimos meses por el agitpro del PSOE y sus medios adictos, resultan inequívocas. Sin acuerdo sobre Navarra no hay proceso de paz. Eso sí que es un chantaje, aunque no creo que los batasunos se declaren en huelga de hambre. Amenazarán con nuevos bombazos de Eta o con contar en EL MUNDO la trama de pactos bajo cuerda de Zapatero con la banda.

Que el presidente está a merced de Eta parece claro. Que la manifestación en Pamplona ha sido un acierto preventivo, también. ¿No va siendo hora de que cuentes lo que sabes y que la opinión se entere de que Navarra es moneda de cambio en las negociaciones entre Eta y Zapatero? Y ten pocas dudas. Si el PP no desbarata la maniobra, el acuerdo entre la banda y el Gobierno se hará público tres o cuatro meses antes de las elecciones generales para garantizar que Zapatero el débil continuará cediendo mercedes desde su guarida monclovita.

Querido Luis María...

De la anexión de Navarra al País Vasco sé lo mismo que tú y lo que ha publicado el diario Gara anticipándose a EL MUNDO: 1) forma parte de los compromisos clandestinos de Zapatero con ETA; 2) depende de que socialistas y nacionalistas consigan expulsar a UPN del poder; 3) se materializará bajo el eufemismo frío y orwelliano de «órgano común de coordinación» o «ente supra-autonómico»; 4) y nos la venderán como el resultado de la voluntad de los navarros democráticamente expresada en las urnas. A la cesión se añade así la estafa. Salvador Ulayar, que a los 13 años vio cómo un etarra asesinaba a su padre, Jesús, alcalde de Etatxarri-Aranaz, lo ha planteado elegantemente en forma de pregunta: «Dicen que Navarra será únicamente lo que los navarros quieren, ¿pero qué quiere Zapatero que sea?» Yo le contesto de manera más cruda: lo que exija ETA.

Y, así, Luis María, vamos de chantaje en chantaje y de manifestación en manifestación. Me hablas de la de Navarra, que ha sido otro éxito inmenso, cívico, reconfortante, pero yo todavía no he digerido la del pasado sábado en Madrid. Zapatero, tampoco. Ha montado una marcha contra la guerra y por tanto contra sí mismo a las puertas de Atocha. Y se ha refugiado en su despacho de La Moncloa para no tener que escuchar a Sonsoles tararear, distraída, el Libertad sin ira de Jarcha una semana después. Ambos pasaron la tarde del 10 de marzo pegados al televisor. Vieron el espectáculo del millón de banderas superpuestas como escamas rojas y amarillas. A María San Gil, con los ojos brillantes y húmedos, bailar detrás de la pancarta. Y a Rajoy, convocar al conjunto de los ciudadanos a un nuevo consenso en defensa de España y de la libertad.

España y libertad: dos palabras inmensas, densas, pesadas. Dos palabras relegadas durante años a la periferia de las conversaciones, ocultas tras un muro de complejos, en un caso, y de resonancias contradictorias y nostálgicas, en el otro. Dos palabras que, de pronto, casi sin darnos cuenta, se han clavado en el centro mismo del debate político. Desde la Transición no se habían publicado tantos artículos y crónicas bajo el título «España» o «La nación española». Pero, sobre todo, nunca se habían oído tantas voces hablar de España como un espacio de tolerancia, rebeldía cívica, democracia, pluralismo y libertad. Hemos llegado al meollo del asunto, Luis María: ¿Qué es España? ¿Qué ha dejado de ser? Y, sobre todo, ¿qué ha llegado a ser?

Hace un par de meses, Esperanza Aguirre pronunció una conferencia en el Círculo de Economía de Barcelona que anticipa mi respuesta. La Vanguardia no le dedicó ni una sola línea, lo cual me entristece más de lo que me sorprende. Creo que a sus lectores les hubiera interesado su tesis de que en estos últimos años se ha producido una curiosa inversión de papeles entre dos viejas rivales: Madrid ha adquirido virtudes tradicionalmente asociadas a Cataluña (la apertura, la audacia, el individualismo, el inconformismo, el cosmopolitismo y la creatividad) y Cataluña ha desarrollado algunos de los vicios que siempre se han vinculado a Madrid (la intransigencia, el ensimismamiento, un cierto provincianismo, la burocracia y la falta de espíritu crítico).

Donde Aguirre decía Madrid, yo digo España. No por oposición a Cataluña, sino por oposición a sí misma, a una imagen forjada a golpe de leyendas y realidades negras que culminan en la figura ridícula y ominosa de Franco. Treinta años después, se ha producido el cambio. El Espíritu de Ermua se ha adaptado a la idea de España y la ha transformado. Eso, al menos, se lo debemos a Zapatero.

ZAPATERO, FEMINISTA Y EMBUSTERO

Querida Cayetana...

La cosa está bien clara. Zapatero, embustero, anda sumergido en explicaciones de que Navarra no es negociable. Mientras más afirma que no utiliza a aquella región como moneda de cambio, más certezas suscita de lo contrario. Hasta las ranas del estanque del Retiro saben ya que el presidente por accidente ha concedido a Eta la merced de Navarra. La credibilidad monclovita está bajo cero. La caravana de las mentiras, en estos tres años de gestión zapatética, abarca ya desde Cádiz a Barcelona, desde Almería a Vigo, desde Baleares a Canarias. Nadie cree lo que vocifera Moncloa, que ha tenido que recurrir a afirmar por escrito que no consumarán la jugarreta navarra. Lo que pasa, querida Cayetana, es que el «Navarra será lo que quieran lo navarros» significa: «Haremos todas las trampas necesarias para que a los navarros no les quede más remedio que aceptar lo que quiere Eta». Eso lo ha explicado muy bien José Antonio Vera en un artículo esclarecedor. «Zapatero va a hacer lo que le pidan Eta y Batasuna: convocar un referéndum sobre la integración en la Comunidad Vasca», ha escrito el prestigioso periodista.

Por eso, la manifestación de ayer fue un gran acierto. Hay que llevar a la conciencia del pueblo navarro la maniobra zapateril y que caigan las máscaras de tanto engaño. Esa rubita maravillosa, Isabel San Sebastián, que maneja siempre un arsenal de datos, ha ido más lejos: Navarra ya se ha negociado. Yo lo creo así.

Otegui, personaje consagrado por los telediarios públicos al mismo nivel que Rajoy, se ha permitido proclamar: «Sin Navarra no queremos nada» ¡Que ocasión la de Zapatero para replicarle! Para decirle sin ambigüedades: «Pues se terminó el proceso de paz. Se quedan ustedes sin nada porque Navarra seguirá siendo una autonomía al margen del País Vasco». Lo que ocurre es que no estamos en un proceso de paz sino en un proceso de rendición con un tridente acordado y clavado sobre el mapa de España: presos, autodeterminación y Navarra. La vieja formula Kas, otra vez activa.

Otegui, altanero, se cachondea de la Audiencia Nacional que le ha citado para el miércoles, y trae al PSOE como a De Juana por rastrojo. Es el desplante, la chulería, la provocación. Conoce muy bien las armas que el presidente sonrisas ha puesto en sus manos. Zapatero está a merced de Eta. Su salud política depende de que la banda cuente la verdad de las negociaciones, o de que los terroristas decidan reanudar los bombazos.

Querido Luis María...

Eres un machista redomado. Te resistes a darme la enhorabuena. Gracias a «ista, ista, ista, Zapatero, feminista», veré cumplido mi sueño secreto de ocupar un puesto en el consejo de administración de La Sexta (sólo me lo disputa Pilar Bardem); ya nunca más tendré que ir a la peluquería ni a clases de inglés; y en lugar de hacer méritos políticos y mediáticos ante mis jefes, podré tumbarme a la bartola a ver Salsa Rosa y Aquí hay tomate, que tendré garantizado un hueco en alguna lista electoral. Esto de ser un número más de una cuota es un chollo. Y que me perdonen mis esforzadas compañeras del PP del municipio canario de Garachico, que en un triple desafío al nombre de su pueblo, a dos mil años de Historia y a la Ley de Igualdad, han presentado una lista íntegramente compuesta por chicas. Siete de las 16 tendrán que volver a sus casas, a cambiar pañales, fregar platos y planchar camisas. Ya las estoy oyendo: «Ogo, ogo, ogo, Zapatero, demagogo».

RELIGION, OFENSAS Y LIBERTAD DE EXPRESION

Querida Cayetana...

Tienes razón. El presidente se ha inventado una ley para interrumpir nuestro viaje por carretera porque le molestan con j las verdades que contamos. Dentro de nada serás una mujer cuota. No necesitarás hacer méritos todas las semanas para instalarte en los mejores puestos económicos, políticos y financieros.

Ignacio Camacho publica de vez en cuando artículos caviables. A una escritura moderna, original de adjetivación y metáfora, une el sentido de la actualidad, la sagacidad en el análisis y la penetración en el entendimiento de los temas. De todo lo que se ha publicado sobre la pornoexposición blasfema de Moreno Montoya, financiada por la Junta de Extremadura, lo mejor ha sido la soberbia columna de Ignacio Camacho en ABC.

«Que se atrevan con Mahoma», ha escrito el gran periodista. Claro, claro que no, a Mahoma ni rozarle que eso fragiliza la alianza de civilizaciones, que eso no queda progre, nadie sabe por qué, que eso provoca la reacción del fundamentalismo islámico con atentados terroristas y quema de embajadas en otros países. Si «este egregio Man Ray del alcornocal, hubiese desplegado todo su desafiante coraje en retratar a Mahoma masturbándose con Jadicha o sodomizando a un camello, no encontraría en todo el planeta un agujero lo bastante profundo para ponerse a salvo de la santa ira de los hijos de Alá», ha escrito Ignacio Camacho.

No quiero entrar en el fondo de la cuestión. Si los jueces entendieran que Moreno Montoya ha cometido un delito, el peso de la ley caerá sobre él. En otro caso, habrá ejercido su derecho a la libertad de expresión, nos guste o no nos guste. Lo que no es de recibo es el amparo de la Junta de Extremadura. Con los impuestos de todos se financia una exposición pornográfica y blasfema contra Cristo y la Virgen María. Más del 80% de los extremeños se declaran católicos. Con su dinero, la Junta de Extremadura ha financiado un montaje que les ofende profundamente.

Querido Luis María...

Zapatero sí ha entrado en el fondo de la cuestión. Te recuerdo la carta que remitió a The International Herald Tribune con motivo de la publicación de unas caricaturas ofensivas del profeta Mahoma en un diario danés:

«La libertad de expresión es una de las piedras angulares de nuestros sistemas democráticos y nunca vamos a renunciar a ella. Ahora bien, no existen derechos sin responsabilidad y sin respeto por las sensibilidades diferentes. La publicación de estas imágenes puede ser perfectamente legal, pero no es indiferente y, por tanto, debería ser rechazada desde un punto de vista moral y político».

Son palabras prudentes, medidas y llenas de sentido común, que disipan cualquier duda respecto a cuál va a ser su actuación en el caso de las fotos pornográficas de Cristo y la Virgen María financiadas por la Junta de Extremadura. Es decir, por los extremeños. Para expresar su rechazo moral, se reunirá el lunes con su homólogo turco Tayyip Erdogan y juntos escribirán una carta al diario Hoy de Badajoz reclamando respeto por la «sensibilidad» católica. En el frente político, llamará a Juan Carlos Rodríguez Ibarra para exigirle el cese fulminante del consejero de Cultura y autor del prólogo del catálogo blasfemo. Y por último, en un alarde de lucidez liberal, promulgará un decreto prohibiendo las subvenciones a cualquier tipo de manifestación artística. Sé que esto último no te gustará, pero así es el liderazgo coherente.