Lunes, 19 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6301.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Abrigamos muchos prejuicios si no dudamos, alguna vez, de todo en lo que hallemos la menor sospecha de incertidumbre (Descartes)
 CATALUNYA
PRISMA
El sentido de la eutanasia
JOSEP MIRO I ARDEVOL

Cíclicamente los defensores de la eutanasia vuelven a la carga, con el dato añadido que la izquierda, (con lo que esto signifique hoy en España, cuando un crecimiento del PIB muy bueno se traduce en una congelación del salario medio real, y un aumento extraordinario de les beneficios) lo ha comprado por progresista.

La eutanasia remite, y así lo publicitan, a la muerte digna.¿Pero qué significa eso? Sólo se entiende este calificativo si se presume que hay vidas que no son dignas de ser vividas, porque lo declare uno mismo, o porque lo decidan los demás. ¿Pero realmente podemos aceptar que hay vidas indignas? Toda vida es digna de ser vivida y el deber humano es ayudar a vivirla. Confesar lo contrario es confesar el fracaso de la humanidad. Hay una frase que resume la cuestión: contra el dolor opiáceos, contra el sufrimiento, amor y compañía. Compasión, es decir, el «sufrir con», que eso es lo que significa. ¡Pero es tan duro en nuestro tiempo de deseos de satisfacción inmediata, ser literalmente compasivo! Es más fácil matar. Los catalanes lo descubrimos hace muchos años: «mort el gos, morta la ràbia», pero nunca hasta ahora se nos había ocurrido pensar que ésta era una solución humana.

La muerte no es digna o indigna en sí, porque como el nacer es un acto natural y obligado. Lo que sí hay son situaciones indignas, circunstancias, condiciones que rodean a la persona, pero eso ocurre no sólo en la muerte sino sobre todo en la vida. Se requiere justicia, equidad, respeto que sólo son posibles si existe un sentimiento de amor, que se manifiesta sufriendo con el dolor del otro sin mirarlo como un estorbo o una molestia. Y es que el valor de una vida se reconoce en los ojos de los demás, somos en la medida de como nos vemos mirados. Un enfermo puede ser una carga, pero también puede significar el sentido para otra vida: igual que el hijo. Por eso va tan ligada la cultura antinatalista y la eutanasia, ambas en último término observan con pesimismo, sin entusiasmo, la condición humana. Cuando el hijo es visto como una carga, muchas otras cosas pasan delante de él, el tiempo libre, la capacidad para consumir, porque el «otro», sano o enfermo, viejo o joven, sólo toma sentido en la medida que satisface a mis deseos.

¿Y todo esto qué tiene de progresista? En el Japón medieval -y su edad media es mucho más próxima en el tiempo que la nuestrael viejo enfermo era enviado a morir a la montaña: la eutanasia.Hitler la legalizó antes que nadie en Europa. Sólo en tiempos relativamente recientes es vista como un signo de progreso. Sólo a partir del momento en que la izquierda se encuentra desarmada de sus grandes proyectos de transformación económica. Y se apunta a todo lo que le suene a rupturista y nuevo.

En una sociedad donde el envejecimiento crece de una manera exponenial, -pronto habrán tantas personas mayores de 80 años como menores de 14- donde la esperanza de vida no para de crecer y la medicina se vuelve más y más costosa, la tentación de empujar a los mayores a declararse indignos de vivir y aspirar a una «muerte digna» llegará a ser asfixiante, porque lo moverá una de las fuerzas primarias más universales: el interés personal. Para qué pagar tantas pensiones, dependencias, medicinas y médicos, a ancianos, que viven una vida inútil, indigna, casi vegetativa.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad