El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, anunció ayer que la cesión del Castillo de Montjuïc a la ciudad de Barcelona por parte del Gobierno central podría producirse «en dos meses».
La insistencia de los periodistas y una información que recogía El Periódico de Catalunya en la que se apuntaba la posibilidad de un acuerdo en la renegociación de las condiciones del traspaso entre el Consistorio barcelonés y el Ministerio de Defensa obligaron al alcalde a marcar un plazo fijo. «Estamos trabajando para ver si, de una vez, conseguimos lo que hace mucho tiempo que esperamos», dijo Hereu.
El proceso de negociación que se inició hace ya más de un año para traspasar el emblemático Castillo se habría agilizado gracias a la intervención de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ex ministro de Defensa, José Bono, aunque por razones muy diferentes, según indicaron fuentes municipales.
Un portavoz del Consistorio barcelonés reconoció a Europa Press que desde la dimisión del ex ministro Bono, las negociaciones prosperaron. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno habría logrado desbloquear la situación hasta el punto que en estos momentos se estaría elaborando un nuevo documento mucho más flexible que el que se aprobó en febrero del año pasado y que recibió el rechazo de gran parte de la política catalana.
Uno de los puntos en los que se atascaban las negociaciones era en la disposición adicional del texto en donde se decía: «En el Castillo de Montjuïc ondearán permanentemente y en lugar preferente las banderas de España, de Cataluña y la ciudad de Barcelona, de acuerdo con la normativa vigente».
Aunque Hereu fue cauteloso y se limitó a decir que siempre «cumplen con la normativa», lo cierto es que cuando se produzca la cesión al Ayuntamiento, éste no tiene la obligación de hacer ondear la bandera española. La normativa constitucional obliga a que ondeen las banderas nacionales en edificios institucionales, pero no incluye los equipamientos municipales.
El presidente de CiU de Barcelona, Xavier Trias, consideró ayer que el Ayuntamiento hace una «utilización partidista» de la cesión del Castillo de Montjuïc, y vinculó la celeridad en el traspaso a los intereses electoralistas de Hereu, que se puede presentar a las próximas elecciones municipales sin conseguirlo. En este sentido, Trias consideró también que «sería un absoluto escándalo» que Hereu fuera a estas elecciones sin la cesión del Castillo de Montjuïc.
Por otro lado, Trias tachó de «triste, lamentable y partidista» que el Ayuntamiento no les haya informado de estas negociaciones.«Si es verdad que hay un posible acuerdo, creo que es una vergüenza que no se nos explique antes», apuntó.
Hereu participó ayer en un acto en la Sagrada Família para conmemorar el 125ª aniversario de la primera piedra del edificio de Gaudí.Este acto, convocado por la Associació Col·lectiu per un Bon Traçat del TGV, ha reunido a más de mil personas -cuatro mil según los organizadores-. La asociación pide al alcalde que el tren de alta velocidad (TGV) pase por el Litoral y no por el centro de la ciudad. Los vecinos temen que las grietas que ha provocado el AVE en El Prat se reproduzcan en sus viviendas.
El acto contó con la presencia del director de las obras de Gaudí, Josep Bonet i Armengol. El arquitecto catalán mostró su conformidad con la reivindicación y aprovechó para advertir a los asistentes de que la Sagrada Família «está en peligro». «Yo soy arquitecto, él no», dijo aludiendo al alcalde Hereu.
Bonet cree que el simple hecho de que se vaya a poner una placa que proteja el monumento durante las obras, ya es un indicador del peligro que corre la catedral.