JOAQUIN VERDEGAY
Ferrari, McLaren y BMW fueron los más rápidos con diferencia en Australia, aunque los nombres no siempre coincidan: Kimi Raikkonen hizo unos entrenamientos fantásticos, una soberbia carrera y se llevó el gato al agua sin concesiones ni riesgos, pero Felipe Massa pagó cara la avería mecánica de los entrenamientos y, aprovechando las circunstancias, cambió de motor y salió desde la última posición de la parrilla, aunque remontando no es precisamente Michael Schumacher.
Detrás de Raikkonen, los dos McLaren de Fernando Alonso y Lewis Hamilton hicieron una buena carrera que coloca a su equipo en el primer puesto del Mundial de marcas, y al asturiano, segundo en la clasificación de pilotos, con ocho puntos muy importantes.
La clave de la carrera, a mi juicio, fue la estrategia de salida de Nick Heidfeld y su BMW. Se arriesgó a salir con muy poca gasolina y con neumáticos blandos, lo que le permitió ser muy rápido y sorprender a Alonso, que se vio en cuarta posición, detrás de un Hamilton que, peleando con Kubica, llegaba a adelantar por fuera a su jefe de filas.
Al asturiano sólo le quedaba rodar detrás de una caravana que no le permitía hacer los tiempos que él podría haber marcado. A pesar de ello, no creo que los McLaren -al menos en este gran premio- hubieran podido llegar a inquietar al Ferrari del piloto finlandés.
En cuanto a los debutantes, Adrian Sutil estuvo muy discreto, y a bordo de un coche muy limitado, por lo que no era fácil que pudiera hacerlo mucho mejor. Heikki Kovalainen no estuvo a la altura de su coche y cometió algunos errores, pero seguramente mejorará. Para Hamilton, en cambio, la calificación debe ser «excelente». Hemos visto que es rápido y astuto en la salida, que no se arredró ante la presión de Kubica, a quien acabó ganando desde atrás por rapidez, pero no le hemos visto pelear. Su carrera fue en solitario, precedido primero por Heidfeld, a quien no podía adelantar, y luego por Raikkonen, a quien no podía seguir, y con la espalda cubierta por Alonso, que en ningún momento trató ni siquiera de inquietarlo.
La conclusión final es que los Ferrari tienen una importante ventaja sobre el resto de los coches, pero seguro que la capacidad de evolución de McLaren irá reduciendo esa ventaja, principalmente con el trabajo de Alonso y de Pedro Martínez de la Rosa. Los italianos, no obstante, no se quedarán quietos. En Malasia, con mucho calor y un trazado a la medida de Alonso, veremos quizá otra carrera.
Joaquín Verdegay es comisario de la FIA.
|