DAVID JIMÉNEZ. Enviado especial
MELBOURNE.-
Ganó Kimi Raikkonen, le siguió Alonso, pero ayer sólo se hablaba de Hamilton. La forma en la que el piloto británico logró pasar al doble campeón del mundo en la salida y mantenerle después a raya gran parte de la carrera hizo inevitable la pregunta durante la rueda de prensa posterior a la ducha de champaña: ¿Había sido Hamilton más rápido que Alonso?
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El asturiano admitió que tuvo suerte en pasar a su compañero en la segunda parada en boxes, pero desmintió haber tenido problemas para seguir su estela durante la carrera. «Unas veces estaba más cerca de Lewis y otras dejé espacio para no recalentar el coche», explicaba Alonso. «Luchar con Lewis era diferente a luchar contra otro adversario. Siempre sabes qué estrategia va a tener tu compañero, en qué vuelta va a parar, y manejas todo de otra forma», sentenció. Alonso aseguró que sabía que tenía un poco más de gasolina que Lewis en la segunda parada, por lo que no quería «forzar la máquina» y prefirió esperar a su oportunidad en el momento de parar por segunda vez.
El piloto de McLaren describió su segundo puesto como el mejor posible, sobre todo a raíz de una salida que reconoció había sido mala. «El Ferrari era demasiado rápido para nosotros, pero conseguimos la mayor cantidad posible de puntos. Tenemos que mejorar un poco, tenemos que ganar carreras, pero es un gran resultado», dijo Alonso. «Creo que ha sido un buen fin de semana. Los Ferraris eran hoy inalcanzables», declaró tras subir al podio. «Teníamos que sumar el máximo de puntos posibles en Australia, y el segundo puesto es bueno para empezar. Por supuesto, tenemos que trabajar un poco más si queremos ganar carreras. Hemos demostrado que estamos aquí para ganar, hemos visto que el equipo tiene potencial y ya espero con ganas la próxima carrera», concluyó. El jefe de McLaren, Ron Dennis, coincidía al destacar que sus dos pilotos habían sumado 14 puntos, una inyección de moral para uno de los equipos históricos de F1 que el año pasado terminó la temporada sin ganar un gran premio. «Los dos han hecho un gran trabajo que nos permite liderar la clasificación de constructores», dijo Dennis.
Compañero.
El tercer puesto de Hamilton supone una satisfacción especial para el patrón de McLaren, después de haber tomado la decisión de darle uno de los dos coches oficiales de la escudería en detrimento del español Pedro de la Rosa. Quienes le habían advertido de que el joven piloto no estaba preparado aún para la Fórmula 1 terminaron dándole ayer la razón. A sus 22 años, el británico demostró nervios de hielo en su primera carrera. El propio Hamilton agradeció la oportunidad recibida. El primer piloto negro de Fórmula 1 llegó a encabezar la carrera cuando Kimi Raikkonen paró a repostar por primera vez, un sentimiento que el corredor británico describió como lo más cercano al éxtasis. «Es mucho más de lo que había soñado lograr en mi debut. La carrera ha sido intensa y he trabajado muy duro. He cometido algunos errores, pero ninguno grave», decía Hamilton.
La alegría de McLaren era compartida en Ferrari después del disgusto del día anterior por la avería sufrida por Massa, que le relegó al último puesto en la parrilla de salida. El triunfo de Raikkonen y el sexto puesto del brasileño tras su remontada fueron dados por buenos por el equipo tras dos años sin ganar títulos. Poco después de cruzar la meta, y ya de camino al podio, Raikkonen recibió del jefe de Ferrari Jean Todt un teléfono móvil. Era Michael Schumacher llamando desde Suiza para felicitar a su sucesor. «La línea no era muy buena, así que no le pude entender nada», dijo el finlandés al ser preguntado por las palabras del siete veces campeón del mundo.
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