En la hora del resumen, el comentario más incisivo iba contra los Renault y los Honda, que no dieron una en Australia. Pero cuidado, que tampoco Ferrari se salvó de las críticas a pesar de la victoria de Raikkonen. La escudería italiana dejó tirado a Felipe Massa. El brasileño se fue de Melbourne sin entender nada y sin podio. Se quedó fuera de juego por un extraño y repetitivo problema de los Ferrari en la caja de cambios durante la clasificación del sábado. En su escudería temían ese problema de antemano, y al despachar los coches desde Italia, cruzaron los dedos. En Ferrari sabían que tenían el mejor coche, pero no sabían si llegarían con él al final de la carrera. También temieron lo peor en el coche de Raikkonen, pero no le sucedió nada. Este año, los temores de los equipos están alejados de los motores. Los técnicos mas preocupados ya no son los encargados de los motores, sino los que se ocupan de la hidráulica interna de los monoplazas, la que maneja las sofisticadas cajas de cambios. No hay preocupación por roturas de los propulsores, y será casi imposible que durante el año veamos alguna. ¿Suena raro? Pues así será. La limitación del régimen de giro a 19.000 revoluciones los ha hecho a prueba de balas. Los equipos han dirigido sus costosísimas investigaciones tecnológicas a las cajas de cambios.

Éstas son capaces de cambiar de velocidad en milésimas de segundo, pero sobre todo lo hacen sin afectar al régimen de giro del motor. Traducido: que el motor no pierde potencia al cambiar. La ganancia al final de la carrera puede estar alrededor de los 20 segundos en total. No más. Segundos que cuestan caro. Suficiente para que las grandes escuderías hayan desembolsado casi dos millones de euros para construirlas. Y lo peor es que muchos equipos aún tienen problemas. Entre ellos están Ferrari y BMW, que vieron cómo dos de sus coches perdieron la carrera por ello. No ganar por ser mas lentos es una cosa, pero no ganar por rotura es diferente. Mucho peor. Y más cuando se sabe que se tiene un coche bueno, con capacidad sobrada para ganar.

Los únicos que parecen estar tranquilos con ello son los de McLaren. Pero cuidado, que las cosas no son idílicas. Tienen que mejorar el desgaste de las ruedas después de muchas vueltas de rodaje. El coche pierde efectividad después de una buena tanda. Y detalles como éste pueden ser determinantes en una competición tan larga como la que les espera.