JAVIER EXPOSITO
MADRID.-
La misión del Valladolid, el líder destacado de la tabla, parece ser ya la de esperar a junio para recoger su billete de Primera. Junto a él, otros dos han tomado posiciones y sólo un descalabro gigantesco les apartaría del ascenso. El Almería empató el sábado, pero eso le hace poco daño. Ayer, el Murcia dio un paso casi definitivo para regresar a la élite del fútbol español.
El conjunto de Lucas Alcaraz se impuso por 1-2 al Numancia, que vio cómo se acabó su racha de seis victorias consecutivas en su estadio.
El triunfo del Murcia se fundamentó en su mejor colocación sobre el campo, pero un jugador se llevó casi todo el protagonismo, y con merecimiento: Carlos Aranda dejó asfixiados a todos los defensas. El ex jugador del Sevilla y del Albacete, entre otros, fue un azote para el Numancia, que terminó perdiendo los nervios frente a la fogosidad de un futbolista muy singular. Fue su compañero Iván Alonso el que aprovechó un error en el marcaje de Tarantino para rematar de cabeza, casi cayendo, y sorprendiendo a Juan Pablo.
Pedro León marcó el segundo gracias a un libre directo, con rebote incluido. El Numancia recortó inútilmente con un gol de Kenji Fukuda, a 20 minutos para el final.
El otro equipo murciano, el Ciudad de Murcia, pudo haberse beneficiado de la derrota numantina, pero ya dejó claro el sábado que no estaba para muchas fiestas (empate en su estadio ante el Castilla).
Por su parte, el Cádiz no aprovechó la oportunidad de acercarse más a la cabeza, y empató a un tanto frente al Alavés en Vitoria.
Y por la zona de abajo, el Málaga se complicó ayer un poco más la existencia. En su caída libre, el conjunto malacitano se estrelló estrepitosamente en casa del Poli Ejido (4-1), a pesar de que empezó adelantándose.
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