MADRID,- «Entre enero de 2004 y de 2007 la tasa media acumulada de inflación en España alcanzó el 9,91%. En compensación a estas alzas de precios, los Presupuestos Generales del Estado de 2005 y 2006 (por primera vez) reconocieron un tímido ajuste de las tarifas del IRPF utilizando como referencia la previsión del IPC (2%) que, en todos los casos, quedó muy por debajo del incremento real de precios (3,7% en 2004; 3,2% en 2005 y 2,7% en 2006). ¿En qué medida esta corrección parcial ha protegido efectivamente a los contribuyentes frente a los crecimientos indeseables de presión fiscal asociados a la inflación? ¿A pesar de esa indexación (ajuste respecto a la inflación) parcial de la tarifa, podría ocurrir que el IRPF pagado por los españoles a lo largo del periodo analizado hubiese subido en términos reales? Y, de ser así, ¿a cuánto ascendería esa sobrecarga impositiva?
Con estas preguntas arranca el informe La erosión inflacionista en el poder adquisitivo de los contribuyentes entre 2003-2007, realizado por José Félix Sanz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Complutense y miembro del Foro Independiente de Analistas Fiscales. El trabajo, realizado a través de técnicas de simulación, también proporciona respuestas.
Así, el documento concluye que el coste recaudatorio de la propuesta de reforma del IRPF, que ha entrado recientemente en vigor -estimado en 1.571 millones de euros-, se encuentra «sobradamente financiado con cargo a los incrementos encubiertos de impuestos entre los meses de enero de 2004 y 2007».
En concreto, subraya el estudio, «en este intervalo de tiempo se ha producido un incremento real del IRPF que asciende a 5.895 millones de euros. Esto significa, por tanto, que una vez descontada la reducción nominal de la última reforma (1.571 millones), entre enero de 2004 y enero de 2008 el IRPF ha experimentado una subida neta real de 4.324 millones de euros. Y esto, sin tener en cuenta la inflación que realmente se produzca en 2007».
El estudio (ver gráfico) compara los resultados de la indexación parcial de la tarifa entre 2004, 2005 y 2006 y cuál habría sido el resultado si se hubiera optado por una corrección total del impuesto respecto a la inflación real.
Las conclusiones precisan, por ejemplo, que la no indexación total del impuesto (mínimos, deducciones, tipos) ha dado origen a «unas tarifas con una amplitud de tramo bastante más estrecha. En consecuencia, los incrementos de renta nominal destinados a mantener el poder adquisitivo de los agentes económicos ha provocado saltos de tramos a más contribuyentes y de manera más rápida e intensa que si se hubiera indexado correctamente la escala de tipos impositivos. Estos saltos indebidos se han traducido, inevitablemente, en incrementos de tipos marginales y en subidas de la carga fiscal real de los contribuyentes implicados. «Todo esto», concluye el informe, «ha supuesto que los contribuyentes de IRPF (2004, 2005 y 2006) hayan terminado pagando una factura fiscal real muy superior a la que deberían si la inflación se hubiese contenido o si la estructura del IRPF se hubiese indexado correctamente.
Impacto hipotecario
El estudio ofrece un resumen de los resultados de las simulaciones realizadas sobre la totalidad de la población contribuyente por IRPF en el periodo 2004-2007. «Estas simulaciones», precisó a EL MUNDO el autor, «se han realizado utilizando los 12,9 millones de familias representados en la sección española del Panel de Hogares de la UE».
Los resultados desglosados advierten de que durante este periodo, los contribuyentes perdieron un total de 22 millones de euros en mínimos personales y 4,2 millones en mínimos familiares. «Esto significa, por tanto, que como consecuencia de ajustes en el IRPF, los contribuyentes españoles han perdido más de 26 millones de euros en deducciones de la base imponible. A esto habría que añadir la pérdida de otros 153 millones por parte de las madres trabajadoras con hijos menores de tres años y 110 millones sufrida por los contribuyentes que entre 2004 y 2007 tenían hipotecas vivas para financiar viviendas habituales».
El estudio concluye afirmando que, durante el periodo analizado, el incremento de la presión fiscal por IRPF se ha situado en un 6,33%.
Precisamente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo el pasado jueves, en el transcurso de una entrevista, que el descenso de la inflación esperado en 2007 supondrá un ahorro de 8.000 millones de euros para el conjunto de los españoles, lo que se traducirá en 200 euros por persona y en 540 por familia. Por ello, el jefe del Ejecutivo rechazó las críticas del PP de que los españoles han perdido poder adquisitivo y añadió que España creció en 2006 más que otros países.