CAROL ALVAREZ
BARCELONA.-
La Fiscalía considera que Carla M. L. utilizó una gargantilla de cuero para estrangular hasta la muerte a su ex novio, de quien venció toda resistencia al simular un juego sexual que la llevó a maniatarlo previamente. La procesada, que se enfrenta a una petición de 17 años de cárcel por estos hechos, negó ayer durante el inicio del juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona que hubiera acabado con la vida de la víctima, que había sido su camello.
Los hechos sucedieron la noche del 27 al 28 de abril de 2004, cuando la procesada, según la Fiscalía, concertó una cita en Las Ramblas con la víctima.
La acusada reconoció que había mantenido con él una relación sentimental interesada, para conseguir así droga, y que ciertamente aquel día se citó con la víctima para que le facilitara un paquete de sustancia estupefaciente. El joven, según Carla M.L., iba «borracho y drogado», y enseguida le dejó, con vida, para volver a su domicilio en Vielha.
La Fiscalía, sin embargo, discrepa de esta versión: sostiene que la pareja se dirigió en coche hasta Sant Adrià de Besòs, donde buscó una zona de poca circulación como es la calle Eduardo Maristany. Una vez allí, la víctima fue primero maniatada y luego asfixiada con una gargantilla de cuero que lleva el ADN de la acusada, según los forenses.
La procesada dio ayer una justificación a esta circunstancia que la incrimina, informa Efe. Según explicó ayer, en su domicilio tiene muchas piezas de cuero como aquella gargantilla porque ha montado un taller de elaboración de este tipo de productos.
La defensa de Carla M.F., que solicita su absolución, señaló que «no hay posibilidad de establecer una hipótesis acusatoria», ya que, a su entender, «la Policía ha creado un castillo de naipes alrededor de la acusada» que no se mantiene en pie.
El abogado de la acusada señaló que la víctima «era una persona que se movía en el oscuro mundo de la droga» y que tenía deudas, insinuando que alguna de las personas a las que debía dinero pudo cometer el crimen.
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