El teatro está de enhorabuena. Valle-Inclán vuelve con sus frondosas barbas para premiar lo mejor de la temporada madrileña. 'El Cultural', el diario EL MUNDO y la fundación Feima de Galicia promueven el I Premio Valle-Inclán de Teatro, cuya primera edición se falla el próximo lunes 26 de marzo, y pretenden dinamizar la escena con un galardón que, ya de entrada, es de los más dotados del país con 50.000 euros y una escultura de Víctor Ochoa. Así pues, hasta el próximo lunes, este diario se propone realizar un pormenorizado chequeo de la famosa «mala salud de hierro» del teatro pulsando las cuestiones más candentes: los encontronazos entre escena y poder, la vigencia (o no) de los clásicos, la relación entre Madrid y Barcelona, el peso del musical en las cifras... Todo ello, junto a entrevistas con cada uno de los 12 finalistas. Un festín teatral que comienza hoy. Se levanta el telón.
PRESENTACION.
MADRID.- Se apagó el siglo XX, pero los espejos cóncavos de Ramón María del Valle-Inclán aún causan destellos desde la lejanía cuando se apagan las luces y se levanta, lentamente, el telón del teatro.
El Cultural y EL MUNDO han creado el Premio Valle-Inclán de Teatro para galardonar el «acontecimiento teatral del año en Madrid», y la primera edición se falla en apenas una semana, el próximo lunes 26, en el Teatro Real de la capital.
La nómina de finalistas en esta primera convocatoria habla por sí sola: Albert Boadella, Irina Bourkeskaya, Ernesto Caballero, Juan Echanove, Nuria Espert, Belén Fabra, Celia Freijeiro, José Luis Gómez, Paloma Pedrero, Juan Carlos Pérez de la Fuente, Aitana Sánchez-Gijón y Julieta Serrano conforman la docena que opta a los 50.000 euros del galardón. Una de las dotaciones, no se olvide, más importantes de la España teatral.
Y junto al empaque de los candidatos, el premio, copatrocinado por la fundación gallega Feima e impulsado por el académico y presidente de El Cultural Luis María Anson, cuenta con otra garantía: un jurado presidido por Francisco Nieva y formado por destacados profesionales del mundo de la escena como Jaime de Armiñán, Ana Diosdado, Analía Gadé, Antonio Garrigues, José Luis López Vázquez, Manuel Llorente, Blanca Marsillach, Ruperto Merino, Liz Perales, Marta Rey, Jaime Siles y Javier Villán.
Más atractivos: para hacer más divertidas las votaciones y más emocionante el desenlace de cada una de las ediciones, el galardón se fallará por el célebre sistema Goncourt: una vez elegidos los 12 nombres que optan al premio -dotado, más allá de lo económico, con una escultura de Víctor Ochoa-, el ganador se elige en una cena con todos los finalistas presentes y un carrusel de votaciones en el que se va eliminando al menos votado en cada ocasión. Un fin de acto muy teatral para un premio que aspira, en palabras de Anson, a pulsar el «excepcional momento» que se vive en la escena madrileña y española: «Prueba de ello es una cifra desconcertante pero real. Al teatro asiste aproximadamente un 50% más de público que a los estadios de Primera División. Aunque se hable de crisis, estamos en un momento de ebullición», explicaba en la presentación del galardón el presidente de El Cultural.
Anson lanzó la idea del galardón y recogió el guante Pedro J. Ramírez, director de este diario. Luego se subió al barco Francisco Nieva, para quien el hecho teatral es «un milagro, un espectáculo vivo, como lo es también el circo».
Pero «el teatro necesita reconocimiento y estímulo», dice Anson -ambos, Nieva y él, admiten una cierta carestía de autores contemporáneos-, y para ello se reunió el jurado en la sede de EL MUNDO el pasado lunes 29 de enero, en la noche en que, en votación secreta, se eligió a los 12 finalistas.
Ahora sólo resta rematar la función la noche del lunes próximo en el Teatro Real. El premio, además, no podrá quedar desierto, con lo que se garantiza el impulso a los miembros del colectivo teatral, se trate de dramaturgos, autores, directores escénicos o incluso empresarios.