Juan Mayorga, tal vez el Lope de Vega de la escena española actual -al menos por lo prolífico-, pone en palabras lo que las cifras aseguran: que este muerto, el teatro, está en realidad muy vivo.
El cine, la TV e internet son adversarios de altura, pero el público de la escena crece año tras año: hasta los 13,4 millones en 2005, un 3,8% más que en 2004. Y Mayorga da la clave: «Hay una vuelta a las salas porque el teatro ofrece hoy algo muy excitante: la gente ve sus DVD e internet en casa, sólo el teatro les puede ofrecer algo vivo, algo que de verdad sucede ante sus ojos».
Evidentemente, el peso del musical es muy importante, que para algo los cuatro espectáculos más vistos en 2005 (último año del que hay datos ya consolidados y hechos públicos) pertenecían a este género: Mamma mía!, con 458.000 espectadores y 18 millones de euros de recaudación; Cabaret, con 307.600 fans y 12 millones recaudados; Hoy no me puedo levantar, con 251.700 personas de audiencia y 12.200.000 euros en su haber, y Dralion, con 222.000 espectadores y 12 millones de euros.
En 2005 el teatro mantuvo en cifras generales, con un total de 58.111 funciones, el importante incremento experimentado entre 2003 y 2004, cuando se pasó de 51.300 a 59.415 representaciones. Sobre el total, Madrid y Barcelona concentraron la parte del león, como era de esperar. La primera capital se llevó un 25,9% de ese total de funciones, mientras que la segunda acogió un 22,8%. Inmediatamente después vienen en el ranking, aunque a buena distancia, la Comunidad Valenciana, con un 9,8%, y Andalucía, con un 8%.
En número de espectadores, las cifras del teatro también son mastodónticas y se compadecen mal, a vuelapluma, con las constantes quejas del sector. Fueron al teatro en 2005 en España un total de 13,4 millones de personas, lo que supuso un aumento bastante notable respecto a los 12,9 millones de 2004: un 3,8% más. La tendencia al alza prosigue pues, después de que de 2003 a 2004 la subida fuera aún más acusada: nada menos que un 7,9% de aumento. El mayor número de espectadores se concentró de nuevo en Madrid y Barcelona, con un 26,3% y un 20,1% respectivamente, seguidos de la Comunidad Valenciana, con un 10,7%.
En taquilla, el auge se confirma: entre todas las ventanillas de los teatros españoles se recaudaron en 2005 160,8 millones de euros, lo que equivale a un estratosférico incremento del 16,8% respecto del año anterior. La subida es mayor que el 11,5% del año anterior, lo que significa que el no tan excesivo aumento de tickets vendidos se ha producido sobre todo en lo tocante a las entradas más caras -lo que de nuevo apunta al poder del musical, habitualmente más oneroso-.
A salvo de la piratería
Ese último dato llevaba a los observadores de la Sociedad General de Autores y Editores a considerar el sector al alza porque «el público cada vez tiene más dinero para gastar en el teatro», y de alguna manera el razonamiento tiene otro flanco lógico: mientras la piratería aqueja cada vez más a la música y al cine -y mucho más ya las redes de internet que el top manta-, los conciertos y el teatro, artes en realidad impirateables, se han de ver beneficiados por todo ese dinero que las clases medias tienen libre en el bolsillo.
Pero a rebajar la euforia llega Paco con las rebajas: un 40% del total de lo recaudado en 2005, hasta los 63,3 millones, corresponde a los cuatro musicales antes citados.
O, como dice José Luis Alonso de Santos, «el teatro, al final, siempre ha sido un arte minoritario. Y podemos engañarnos mirando las cifras y viendo millones de espectadores, pero al final siempre son los cuatro mismos espectadores que se repiten una y otra vez. Esto no es de masas», asegura Alonso de Santos.