Acaba de regresar Aurora Gil de Barcelona, felizmente conmovida. En el Campeonato de España de invierno, en categoría alevín e infantil, había ¡15 equipos! «Cuando yo empecé éramos cuatro gatos. Decías a la gente: 'Hago sincronizada'. Y te preguntaban: '¿Qué es eso?'. 'Lo que Esther Williams', tenías que aclarar». Así se expresa la entrenadora del Club Natación Las Palmas, que cuenta cómo hace nada tenía que ir de puerta en puerta buscando niñas para completar un conjunto de ocho y, el pasado fin de semana, en Granollers, se encontró con 15 colectivos al completo. Ha nacido un club en El Ferrol, otro en Calella, otro...
Aurora viajó con 17 niñas y hace unos años le habría costado juntar una docena. No se puede creer cuánto ha cambiado su deporte.
Comparte entusiasmo Ludmila Lapina, de nacionalidad rusa, aunque vivía en Estados Unidos cuando hace 10 años fichó por el Club Natación Metropole, también de Las Palmas. A su llegada, se encontró con sólo seis chicas; las matriculadas en el Metropole pasan del medio centenar ahora. La tendencia se afirma también en el Canoe madrileño, que monitoriza Ana Montero.
El mundo de la sincronizada cambió en el 2003, en el Mundial de Barcelona, cuando explotaba la disciplina, liderada por la gran vedette de la selección, Gemma Mengual, del Kallipolis, el equipo que aporta seis de las nueve convocadas para el Mundial (las otras se incorporaron desde el CN Las Palmas, el Metropole y el Canoe). Cuatro años creciendo, subidas al podio. No hay especialidad que haya contribuido tanto al medallero deportivo español como la natación sincronizada, en una cadencia incesante que se prolongó en la mañana de ayer. Gemma Mengual logró el primer metal para la expedición nacional, una plata en el solo técnico, su primer subcampeonato del mundo individual. Una coreografía con base de música africana, plasmada con dulzura y expresividad, le valió un 98 sobre 100, a un punto de la joven rusa Natalia Ischenko y claramente avanzada respecto a la japonesa Saho Harada. La francesa Virginie Dedieu, nombre de referencia, se descartó de la competición para mantenerse fresca en los próximos concursos.
«Cuando he terminado el ejercicio y estaba saliendo de la piscina, he visto la cara de mi entrenadora. He sabido entonces que lo había hecho bien. Me sentí genial dentro del agua, muy fuerte, segura, controlada. Estar aquí con mi edad y ser subcampeona es algo que no había pensado nunca», reaccionó la española de plata, pupila de Ana Tarrés.
Puntuación.
La seleccionadora también dejó un mensaje a la agencia Efe: «Esta medalla sabe a gloria. La puntuación de Gemma es la mejor que hemos tenido en este campeonato y supone un golpe de moral para todo el equipo». Tarrés se refería implícitamente a la polémica por las puntuaciones de los jueces 24 horas antes, que frenaron en el cuarto puesto a España en la combinada. De la frustración al gozo, con visos de porvenir inmediato. Hoy Gemma Mengual busca junto a Paola Tirados el podio en el dúo técnico, y la batalla continuará a diario hasta el sábado, siempre con Mengual en el primer plano competitivo.
Para este Mundial, la Federación internacional ha reorganizado las pruebas de sincronizada, donde, entendía, se conceden pocos títulos. Por ello, dividió las pruebas de solo, dúo y equipo, que conceden medallas tanto en la ejecución técnica como en la libre -antes se sumaban ambas puntuaciones-. A este cambio de normativa, Gemma reaccionó con un reto soberbio: alcanzar siete medallas, que ahora sólo podrían ser seis. Para afrontar esa carga de esfuerzos se ha curtido durante el invierno con cargas extras en el gimnasio. La catalana (1977), aunque todavía al más alto nivel, consumió años como para pensar en la retirada, que programa para después de los Juegos del verano de 2008. El podio olímpico es el déficit en un palmarés con 25 metales en el ámbito internacional, una gracia, 25 pasos que dejan un rastro de futuro en su deporte.
Una nadadora de televisión
«Cada vez que gana, aumentan las peticiones de las marcas. Es muy bien aceptada por el público. Transmite una imagen saludable, como otros deportistas, pero con el añadido de que ella viene de una especialidad de sacrificio que además es minoritaria, y eso potencia el valor que el consumidor da a sus éxitos», señala Albert Valles, que se ocupa de los asuntos de representación de Gemma Mengual, la quinta en el 'ranking' de los deportistas españoles más mediáticos, por detrás de Fernando Alonso, Pau Gasol, Rafael Nadal y Dani Pedrosa. Entre las chicas, manda en la tabla.
Presta su figura a la marca deportiva Puma, a Sonpura (colchones), a Embutidos Turón y al Grupo Breda (gres), que la tiene en la portada de su página en internet. Además, ha protagonizado tres anuncios de televisión: uno para la multinacional financiera ING, otro para la mayorista de electrodomésticos Expert (también apareció en la portada de su catálogo de productos) y antes de viajar a Melbourne grabó un 'spot' de gel de baño, que comenzará a emitirse tras el Mundial. Aclara el representante: «Dedica muchas horas a su actividad publicitaria, porque cada contrato obliga a su presencia en actos o a tareas de relaciones públicas, en las que se desenvuelve realmente bien». Tiene don de gentes.
En un estudio de Personality Media, aparecía junto a Gasol como la deportista que mayor confianza genera en los consumidores del área metropolitana de Barcelona. «Una parte alta de su salario se debe a sus labores promocionales. ¿Qué porcentaje? No sabría, aunque sin duda una parte importante de sus ingresos. Sabe que tiene que aprovechar esa faceta, porque cuando se retire no tendrá una posición económica tan estable como un futbolista». Ella sdmite: «He sido como la 'Estrellista Castro' de la natación sincronizada».