Cinco países -Rusia, Irán, Venezuela, Argelia y Qatar- están apunto de dar vida a un poderoso cartel gasista, idéntico al que formaron también cinco naciones el 14 de septiembre de 1960 en Bagdad (la Organización de Países Exportadores de Petróleo). Si se cumplen las previsiones -y con ellas, los peores augurios de los gobiernos occidentales-, el próximo 9 de abril verá la luz en Doha un nuevo ente que agrupará el 73% de las reservas de gas natural de todo el planeta.
Empieza a cobrar forma lo que nació como una mera amenaza de un par de países productores, alineados frente a Estados Unidos. Irán y Venezuela llevaban más de un año pregonando la idea, tentando a los miembros amigos de la OPEP y tanteando al mayor exportador del mundo (Rusia). A principios de 2006, según la estadística de BP, el subsuelo ruso albergaba el 26,6% de las reservas de gas. Obviamente, un cartel gasista de dimensiones globales no podía nacer sin el apoyo de Vladimir Putin.
A juzgar por lo que publicaba ayer la prensa de Moscú, los impulsores de la OPEP del gas podrían tener ya el visto bueno del presidente de la Federación Rusa. Citando fuentes diplomáticas árabes, el diario Kommersant aseguraba que la puesta de largo ya tiene fecha y lugar.
Embrión
Será el próximo lunes 9 de abril en Doha, aprovechando el Foro de Países Exportadores de Gas. Esta organización, fundada en 2001 y descafeinada en comparación con la influyente OPEP, sería el embrión del flamante cartel.
«Las principales consultas no las conducen los ejecutivos, sino los políticos, incluso a nivel de Ministerio de Asuntos Exteriores», reconocieron ayer las citadas fuentes en las páginas del Kommersant. Sólo unas horas más tarde, añadía credibilidad a la noticia el ministro argelino de Energía, Chakib Khelil. Aseguró que Argelia no se opondrá a la creación del cartel gasista. Y admitió que el lanzamiento de la nueva OPEP «será objeto de discusiones en la próxima conferencia de los países productores y exportadores de gas natural de Doha».
Apoyos
El mensaje de Khelil es una pista más, que debe sumarse a las declaraciones que han efectuado por goteo los mandatarios de otros países productores. El pasado enero, el líder Supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, propuso al secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Igor Ivanov, la creación de una nueva organización para coordinar los precios del gas en el mercado internacional. Poco después, durante su conferencia anual en el Kremlin, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de «interesante» la idea de la puesta en marcha de una OPEP del gas,informa Efe.
Rusia estará representada en Doha por su ministro de Industria y Energía, Víctor Jristenko. La corporación Gazprom también enviará una delegación de alto nivel a la capital de Qatar. «Al foro asistirá el titular de Energía, que abordará la idea de formar un cártel de gas», confirmaron ayer fuentes del ministerio a la agencia Interfax. Por su parte, el viceministro de Energía, Andréi Reus, precisó que Rusia no ha recibido aún «ninguna oferta concreta sobre el formato y la estructura de la asociación». No obstante, para no enfriar la idea -y la temperatura de los mercados- admitió: «Al mismo tiempo, no podemos sino aplaudir las nuevas posibilidades para el diálogo energético. Consideramos lógica y justificada la creación de tal escenario».
Falta por ver si se sumará al cartel Arabia Saudí. Aunque sus reservas de gas no son tan poderosas, lleva el bastón de mando de la verdadera OPEP desde su nacimiento. El problema, para Riad, es que su entrada en la nueva organización sería interpretada como todo un desafío por parte de su gran aliado occidental, Estados Unidos.
Vulnerabilidad
«Estamos haciendo Historia». El abogado venezolano Juan Pablo Pérez Alfonso era perfectamente consciente de lo que él mismo y un exclusivo club de magnates petroleros fraguaban en Bagdad aquellos días de septiembre del 60. El 'ideólogo' de la OPEP no encontró frase más rotunda para describir el nacimiento del cartel más poderoso del planeta, capaz de cambiar el rumbo de una guerra y de mover a su antojo el precio del barril de crudo.
La «Historia» de la que hablaba Pérez Alfonso podría dar una vuelta de tuerca si sale adelante la 'OPEP del gas'. Occidente, que ya soporta la presión del cartel petrolero, tendría que sufrir una peligrosa concentración de poder en el negocio energético con más perspectivas de crecimiento.
Los países occidentales llevan años reduciendo su vulnerabilidad hacia el crudo a costa de incrementar su dependencia del gas. No hay que mirar muy lejos para encontrar ejemplos. En España, la gran mayoría de las centrales eléctricas inauguradas en el último lustro funcionan con gas natural. Hasta el punto de que esta materia prima es ya la más utilizada para generar kilovatios, con una cuota del 29,5%. Otro dato: el principal suministrador de España es Argelia, uno de los cinco países que formarán la nueva OPEP.
