La primera planta de la sede del PP en la calle Génova alberga el cuartel general de Esperanza Aguirre y los suyos. En una de las columnas de una sede llena de personas que corren o que se reúnen en despachos de cristal (transparentes y a la vista de todos), los populares han colgado un calendario que, día tras día, indica las jornadas que restan para las elecciones autonómicas y municipales del próximo 27 de mayo.
Ayer, todos cayeron en que el número tenía unas claras connotaciones eróticas -69- y no fue menos la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a revalidar su cargo, Esperanza Aguirre.
Al término de un acto con periodistas, Aguirre se percató de lo redondo de los días que faltaban para la fecha y bromeó con quienes le acompañaban, entre ellos un redactor de M2: «¡Anda, qué fecha tan erótica!», dijo entre risas. A Aguirre le hizo mucha gracia el doble dígito y sonrió ante él para que su fotógrafo, Carlos Iglesias, la inmortalizara ante el número. El periodista llamó inmediatamente al fotógrafo de este diario, que recogió también la imagen (arriba), al principio contra la opinión de la directora de Comunicación de Aguirre, aunque la presidenta de Madrid demostró que no le importaba en absoluto.
Ayer, Aguirre acababa de presentar un teléfono gratuito que el PP de Madrid ha puesto a disposición de todos los ciudadanos para que realicen a través de esta línea las aportaciones que quieran hacer al programa electoral del PP en la Comunidad de Madrid.
Durante este acto, que estuvo abierto a la prensa, la presidenta llamó a cinco ciudadanos de la región que habían hecho uso del teléfono 900 en los días pasados para hacer sus propuestas.
El acto estuvo falto de originalidad y, sobre todo, del factor sorpresa. Todos los vecinos habían sido informados antes de que les iba a llamar la candidata, con lo que hablaron con ella como si lo hicieran todos los días. El primero pidió que se siga extendiendo el número de colegios públicos bilingües (en la región hay ya 122 que imparten un tercio de sus asignaturas en inglés). Otro pidió que se refuerce el número de policías.
Otro más abogó por que el Gobierno de la Comunidad cierre la circunvalación M-50 por el norte. Aguirre le explicó que se trata de un proyecto «imprescindible» y advirtió de que seguirá «litigando» con el Gobierno central para llevarlo adelante, incluyéndolo en su programa electoral.
Y una vecina de Torrelodones se mostró crítica con el alcalde de la localidad, Carlos Galbeño, del PP, por los proyectos urbanísticos que amenazan una zona de alto valor ecológico. «Comparto totalmente su punto de vista. Torrelodones es uno de los lugares más maravillosos de la Comunidad de Madrid, no sólo de Madrid sino de España, y de ninguna manera se va a colmatar eso con una construcción de viviendas descontrolada», declaró. Por último, una vecina de Moratalaz le pidió que apoye a los jóvenes en la compra de una vivienda.
