Algunos de los concejales del Ayuntamiento de Madrid de los que van de la mitad para abajo de la lista no pueden más con los nervios. Aseguran que Génova se ha convertido en un nido de rumores y esperan con el alma en vilo que su nombre salga de la boca de la presidenta del partido, Esperanza Aguirre, para ir a un sitio (Ayuntamiento) o a otro (Comunidad). «El problema es que Aguirre es un poco caprichosa y no sabemos muy bien por dónde va a ir», explicaba uno de los ediles que está en la cuerda floja.
La que ya sabe su destino es la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa. En el Ayuntamiento, la llegada de Conchita ha sentado más que bien. En la baraja de nombres que se rumoreaba, éste es el menos agresivo con el entorno de Ruiz-Gallardón. Al contrario, el alcalde asegura que Dancausa «es amiga desde hace muchos años de su familia» y que está «encantado con su entrada en la lista».
El regidor explicó que de los nombres que formaron parte de la candidatura de 2003 hay cuatro bajas de los puestos importantes: Jesús Pedroche, que ni siquiera llegó a tomar posesión como concejal; Pío García-Escudero, que se fue de portavoz del PP al Senado; Sigfrido Herráez, que abandonó la carrera pública; y Alicia Moreno, que, como independiente, no va a entrar en la lista de este año. De esas cuatro vacantes, ya se habrían ocupado dos: Miguel Angel Villanueva (que ahora es consejero delegado en el Consistorio) y Concepción Dancausa.
El alcalde explicaba ayer que estos puestos libres serán de designación para el partido. «Y el partido ahora es Aguirre», matizaba otro concejal. Además, Ruiz-Gallardón aseguró que lo más probable es que su lista sea cremallera, ya que es una de las formas más fáciles de cumplir la ley que garantiza la igualdad entre hombres y mujer. Por lo cual, se supone que el número 3 y el número 5 de su lista estarán ocupados por hombres de la confianza del regidor.
La que también se mostró ayer muy contenta con el desembarco de Concepción Dancausa en el Consistorio es Ana Botella. La presidenta de la Asamblea es amiga íntima de la concejala. «Yo estoy más que encantada», aseguraba ayer la edil en un acto en el que se presentaban los logros municipales en materia de teleasistencia.
De hecho, en los corros políticos del PP aseguraban ayer que esta incorporación puede suponer un apoyo muy importante para Botella, además de un refuerzo con el sector más conservador del PP y un puntal más, en el caso de que Ruiz-Gallardón ganara las próximas elecciones y no terminara la legislatura (por un puesto nacional) y dejara como alcaldesa a la actual concejala de Servicios a la Ciudadanía.
Es más, con la incorporación de Dancausa, se concentrarían en el Consistorio las tres amigas de toda la vida de Ana Botella: Dancausa, Dolores Flores (directora general en la Concejalía de Servicios al Ciudadano) y María Jesús Fraile (directora general en la Concejalía de Hacienda).
El problema de las nuevas incorporaciones que determine el partido para la lista de Alberto Ruiz-Gallardón es entrar a formar parte de su equipo de Gobierno. El alcalde siempre ha confiado en sus hombres y en sus mujeres y ha introducido con cuentagotas nuevos miembros a una base ya creada.
Sin embargo, cuesta creer que Ruiz-Gallardón vaya a dejar a su número 4, la hoy presidenta de la Asamblea de Madrid (el segundo cargo institucional más importante de la región), como concejala de uno de los distritos de la capital.
Puede ser que el regidor esté pensando en reservar para ella un puesto que ya eligió para su amigo, y también ex presidente de la Asamblea, Jesús Pedroche, antes de que éste dimitiera: dirigir los Plenos municipales.
Hasta ahora, ha sido el propio Ruiz-Gallardón quien se ha pasado horas controlando estas sesiones mensuales, pero puede que en esta legislatura le apetezca bajar a la arena y meterse más de lleno en el debate político.