De los otros rascacielos, Torre Cristal, que será ocupada por la Mutua Madrileña, tendrá 52 pisos y 250 metros de altura. Esa misma longitud también la alcanzará Torre Repsol que está previsto que tenga 49 plantas. Finalmente, la Torre de Sacyr Vallehermoso contará con 51 pisos de altura y 235 metros de altura.

Como no podía ser de otra manera, al acto no faltó el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que estuvo acompañado de su antecesor, José María Alvarez del Manzano, con quien no paró de compartir confidencias durante los discursos. El ágape tuvo lugar a los pies de las torres y más de uno no pudo evitar alzar la vista hacia el techo temiendo, tal vez, que la carpa saliese por los aires. El primero en abrir el fuego fue el vicepresidente del Grupo Villar Mir, Juan Miguel Villar Mir, quien agradeció a Gallardón y a Manzano su «valentía» por apostar por el cambio en el norte de la capital. «Se corona el perfil, el skyline, de una ciudad que se había sorprendido de verse siempre igual», aseguraba el regidor en sus primeras palabras. Calificó el incendio que sufrió la torre el pasado 4 de septiembre, y que mantuvo en jaque a los Bomberos de Madrid, de «pequeño incidente» para rematar su alocución con un «sois un icono del nuevo Madrid». Tras ensalzar el trabajo de los empresarios, garantizó que habrá problemas de tráfico en la zona cuando las cuatro torres estén en marcha. Y es que, hay que recordar que está previsto que trabajen allí 12.500 personas, lo que supondrá unos 13.000 vehículos al día y cerca de 4.000 en una hora. «Habrá la misma fluidez», dijo el alcalde. Tras la alocución, fue el encargado de dar la orden del izado de la bandera de España.

Está previsto que los primeros habitantes del edificio, que será ocupado en su mayoría por los trabajadores del Grupo Villar Mir, lo hagan en verano. Allí trabajarán entre 2.500 y 3.000 personas.

En total, la construcción tiene 57 plantas y cuenta con 27 ascensores. En poco más de 30 segundos, se puede hacer el recorrido más largo entre dos puntos del edificio. La superficie a alquilar es de 60.000 metros cuadrados de los que el 75% ya están comprometidos, según los datos de las empresas Aguirre y Newman y CB Richad Ellis, que se han encargado de la comercialización. El edificio tiene dos áreas de descanso, conocidas como Sky Lobby 1 y Sky Lobby 2, situadas en las plantas 18 y 33. En ese espacio se podrá comer, mantener reuniones o, simplemente, descansar. El rascacielos tiene un sistema de climatización conocido como Techo Frío y fachada activa.

El inmueble, ideado por el estudio neoyorquino de Pei, Cobb, Freudd and Partners, tiene una base cuadrada y a medida que se eleva se va retorciendo. Según los responsables de la torre, «la pérdida de sección genera una curva que representa la función matemática coseno».

No es de extrañar que Gallardón presidiese el acto de ayer, ya que el 21 de diciembre de 2004 fue el encargado de poner la primera piedra. De hecho, si no hubiese sido por él y Manzano no habría sido posible su construcción, así como las de sus otras tres compañeras. Hay que recordar que la decisión de recalificar los terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid se adopta durante la presidencia regional de Gallardón. El motivo por que se hizo fue para la construcción de una gran instalación deportiva. De hecho, se llamaría Pabellón Arena y albergaría las principales competiciones cubiertas de Madrid 2012. En torno al pabellón, se levantarían cuatro torres de oficinas. Luego se desechó está opción, ya que no cuadraba dentro de la filosofía de concentración de instalaciones olímpicas.

Lo cierto, es que, así como el que no quiere la cosa, se le dio la vuelta a la tortilla y del Madrid Arena se pasó a un nuevo Palacio de Congresos que casaría más con la nueva idea del Ayuntamiento. En este momento está pendiente de adjudicación. El objetivo actual es crear un nuevo centro económico en Chamartín. A esto hay que sumar los 12 rascacielos de oficinas, de una media de 40 plantas, que se prevén construir en los 3,5 kilómetros de prolongación de la Castellana hacia la M-40. La Operación Chamartín tendrá lugar sobre una superficie de 350 hectáreas en las que habrá 900.000 metros cuadrados de oficinas, 400.000 de zonas verdes y más de 20.000 viviendas. Pero la falta de entendimiento entre las administraciones mantiene paralizado el proyecto.