Estas conexiones (algunas de ellas ya están abiertas aunque sea de forma parcial) beneficiarán, además de a los miles de vecinos de estos nuevos barrios, a los trabajadores de la empresa Telefónica, que trasladó hasta allí su nueva sede.

Los enlaces, de más de 4,5 kilómetros de longitud, han supuesto una inversión para el Ayuntamiento de Madrid de casi 37 millones de euros.

Además, las nuevas conexiones facilitarán las comunicaciones entre los dos PAUs y la carretera de Burgos (la A-1) y la de Colmenar (la M-607), con ramales de unión directa en ambas direcciones.

La conexión con Las Tablas y la M-40, soportada sobre una plataforma que salvará a través de desniveles y el nudo de carreteras que ya están establecidas, dispondrá de tres carriles para facilitar la entrada de los coches de los vecinos a estos nuevos barrios.

Este puente construido para evitar los atascos en la zona y la peligrosidad de la carretera, tendrá casi 300 metros de largo y 28 metros de altura y cruzará por el aire la carretera de Burgos y conectará con la de Colmenar, la M-607.

En el otro extremo, estará el enlace entre el PAU de Las Tablas y la Ciudad de las Comunicaciones, que se hará de forma subterránea y que dispondrá de tres carriles por sentido.

Todas estas nuevas infraestructuras que mejoran las conexiones del norte de la ciudad (en un eje este-oeste) serán utilizadas por casi 150.000 vehículos al día, entre trabajadores y vecinos de los PAUs.

Además, esta semana también está previsto que se abra una parte del by-pass Sur desde la carretera de Valencia hasta el Puente de Praga. En total, son más de cuatro kilómetros que absorberán un porcentaje muy alto de los coches que circulan por el Nudo Sur y que permitirá atravesar parte de la ciudad bajo tierra, en un subterráneo excavado con la mayor tuneladora del mundo.

De hecho, los vehículos que se queden en superficie serán los que quieran coger algunas de las entradas y salidas previas que ya están remodeladas.