La sesión se inició con la advertencia del PP de que se midieran las palabras, ante las posibles consecuencias de llevarlas a los tribunales. Poco después, el alcalde, Carlos Galbeño, expulsaba a su ex compañero de partido, el concejal Jesús María Pacios, por pedir la palabra en tres ocasiones. Al recordar el portavoz del PP que la Fiscalía Anticorrupción había archivado el caso contra el alcalde y el presidente del PP local, Mario Mingo, por falta de pruebas, Pacios quiso intervenir. El regidor se lo negó y le advirtió de su posible expulsión, pero el edil insistió en su derecho, al sentirse aludido. Tras un tercer intento, el alcalde pidió a la Policía que le desalojase; y el edil abandonó el salón. Ante esta actitud del alcalde, toda la oposición optó por marcharse. El regidor convocó a los portavoces y readmitió a Pacios, pero éste no aceptó: «Me retiraron las competencias para silenciarme sobre lo que denunciamos; luego me echaron del partido y me han vuelto a impedir hacer uso de un derecho constitucional».