C. SERNA
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, visitó ayer la sede de teleasistencia de Madrid para hacer un balance, junto a la concejala de Servicios a la Ciudadanía, Ana Botella, sobre el número de mayores conectados a esta red.
Durante su visita, el regidor saludó por teléfono a dos señoras y habló un rato por videoconferencia con otra más. Petra, que llevaba más de 10 minutos sentada en su salón a la espera «del alcalde de Madrid», es una de las primeras mayores en permitir la entrada de cámaras en su casa para ayudarla en su día a día.
Cuando conectaron con el centro, el regidor le preguntó: «¿Petra, me oye?». «Sí. Buenos días, señor Rajoy». Las risas no dejaron oír el resto de la conversación hasta que el alcalde volvió a retomar el diálogo con preguntas más cotidianas, pero sin sacar a Petra de su error.
Según los datos municipales, en cuatro años, el Ayuntamiento ha instalado más de 50.000 teleasistencias. «Cuando llegamos había 15.000 mayores con teleasistencia y, a finales de año, habrá casi 81.000», explicó la concejala de Servicios a la Ciudadanía.
La cobertura por este método es del 12,7% de los 600.000 mayores de 65 años que viven en Madrid. Muy poca en términos generales pero no si se compara con la nacional, un 4%.
En estos casi cuatro años, se han recibido más de 920.00 llamadas, siendo el tiempo de reacción desde que se recibe una alarma hasta que actúan los servicios sociales de ocho segundos.
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