Martes, 20 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6302.
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Creo que la verdad sólo tiene un rostro: el de una violenta contradicción (Georges Bataille)
 MADRID
Ocio / Exposición
Futbolistas fuera de juego
El fotógrafo donostiarra Pedro Usabiaga inaugura una muestra de 45 retratos y 'collages' de jugadores de fútbol de primera y segunda división, entre los que aparecen Helguera, Villa, Pavón y Beckham
BEATRIZ PULIDO

Desnudos, cuando esa desnudez no implica la ausencia de tela, sino el hallazgo de esa corriente que palpita en el interior de los rostros. Así ha retratado el objetivo de Pedro Usabiaga a centenares de jugadores de primera y segunda división, en una intimidad que se extiende más allá de los campos de fútbol, cuando los focos se apagan y uno vuelve a su soledad de mortal: «A los futbolistas, como a los actores, cuando les sacas del contexto en el que están metidos se encuentran un poco desamparados, ya no hace falta que les desnudes más».

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Un ex jugador de la Real Sociedad, Javi de Pedro, le dio la idea hace algún tiempo al ver en su estudio algunos retratos de Michel, Eric Cantona o Mijatovic, que Usabiaga había realizado para revistas de moda. A partir de ese momento, que ocurrió hace tres años, el artista donostiarra comenzó a mirar sobre el césped, en internet, en las ruedas de prensa, en las revistas y hasta debajo de las piedras para encontrar su 11 de gala: «Buscaba jugadores que me gustaran físicamente o que poseyeran algún rasgo especial. Me sugieren más los rostros con defectos que esa perfección absoluta que no me dice nada». Por si tiene alguna duda, el rey del marketing está, pero juega más de suplente que de titular. Efectivamente Beckham aparece entre los retratos, pero el fotógrafo vasco confesaba que no era de sus favoritos: «Prefiero a Cristiano Ronaldo, por ejemplo».

Haciendo gala de su profesión, observaba, miraba tanto que llegó a engancharse a este deporte que antes aborrecía. «Ahora entiendo por qué la gente jalea y grita al árbitro. El fútbol es un gran catalizador, una descarga de energía».

Usabiaga hablaba con ellos y preparaba la sesión casi por teléfono, entre rodajes, compromisos con revistas y festivales de cine: «Era un poco arriesgado, como un salto al vacío, pero ninguno me ha decepcionado después». Es más, alguno como Iván Helguera le ha resultado fascinante. «En el campo es un protestón, se pasa el partido escupiendo e increpando al árbitro y sin embargo en la vida privada es un tío muy culto. Me sedujo esa dualidad».

Para la exposición del Centro de Arte Moderno, que lleva el nombre de Diferente Usabiaga, ha traído 45 fotografías (de las 300 que posee). En su lista que, él insiste, sigue abierta, y que «es como la de Fabio Capello o Luis Aragonés», se asoman galácticos, pavones, promesas, desconocidos, jóvenes y veteranos. Casan bien Albert Luque, Javier Farinós, Samuel Eto'o, José Antonio Reyes, Aitor Ocio, Víctor Valdés. ¿El más sexy?: «Pepe Reina, que es un mostrenco de 1,88 metros y sabe pararse y mirar muy bien a la cámara».

Madrid predomina en su vertiente de la Castellana, más que por la del Manzanares. «No he elegido a los jugadores por los colores, pues yo no soy de ningún equipo, pero en algún momento tenía que parar». Los atléticos seguro se sentirán un poco decepcionados por no encontrar en la muestra a su ídolo Fernando Torres: «Fernando no me gusta para una foto, es demasiado pecoso y aniñado. Hubiera querido sacar a Mista, que es un feo guapo con la cara partida». Uno por otro, tampoco está el capitán del Real Madrid, Raúl González: «Es demasiado serio, para hacerse un retrato hay que dejarse atrapar y desinhibirse».

Se quedó con las ganas de fotografiar a Luis Figo y a Zidane, pero su tren no llegó a cruzarse. «No hubo Zidane, pero sí Pavón», bromeaba Usabiaga en referencia a la famosa frase de Florentino Pérez. «Tiene una cara apasionante, unas facciones espectaculares, podría perfectamente haber sido un dibujo de Miguel Angel».

Con el torso a veces desnudo, los músculos tensos, los pies descalzos, las manos abiertas y la mirada relajada, confiados en la imagen que transmiten asoman los cuerpos, porque, como dice Oscar Wilde en la cita que ha empleado Usabiaga para la exposición: «Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio que durará toda la vida».

Diferente Usabiaga

. Hasta el 21 de abril. Centro de Arte Moderno (calle del Gobernador, 25).

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