Hoy, 18 años después de su lanzamiento, la marca nipona ha iniciado una nueva etapa con la que pretende auparse a un nivel superior. «Sí, es una nueva fase comercial que incluye nuevos modelos con los que captar nuevos clientes, una filosofía más volcada en el servicio al cliente como rasgo propio de la marca, nuevas tecnologías y otra dimensión en el mercado europeo», explica el vicepresidente de Toyota Europa, el francés Thierry Dombreval.

Las ventas de Lexus se dispararon el año pasado en el Viejo Continente tras la introducción de cuatro modelos con tres tipos de motores distintos: la berlina híbrida GS450h, el todocamino de gasolina RX350, la berlina pequeña con motor diésel IS220d y el LS460, también de gasolina.

En vísperas del desarrollo de un nuevo marco legislativo europeo favorable a los motores eficientes, los vehículos híbridos representan ya una cuarta parte de las matriculaciones de Lexus, que el año pasado aumentó un 72% sus ventas en Europa, hasta 36.600 unidades.

En España, la marca triplicó sus ventas respecto al año anterior, alcanzando la cifra récord de 4.100 matriculaciones. Esta evolución de Lexus, dirigida en España por el grupo Bergé, es alabada por el ejecutivo del grupo japonés, que sin embargo no aclara si al final de este año tomará directamente las riendas comerciales de la marca como hace en otros países europeos o renovará su contrato con la distribuidora.

La red española de concesionarios y talleres Lexus culminará a finales de este año un plan e inversiones para renovar y rediseñar la totalidad de los centros, homogeneizar la identidad corporativa y mejorar las instalaciones de postventa. Este plan ha supuesto unas inversiones totales de 40 millones de euros desde 2006 y la apertura de ocho nuevos concesionarios este año en Oviedo, Castellón, Jerez de la Frontera, Zaragoza y dos en Madrid y en Barcelona.

En cualquier caso, buena parte de las esperanzas de Toyota para situar Lexus en una posición que le permita recortar terreno en Europa con los constructores alemanes, cuyas ventas se sitúan a una gran distancia de la marca japonesa, se basa en la tecnología híbrida.

De hecho, Toyota vendió 36.000 unidades híbridas en Europa y sabe que grupos como Audi o Mercedes-Benz van a su rebufo en esta tecnología. Hoy por hoy, dedican buena parte de sus esfuerzos a convencer a Bruselas de que haga una excepción con sus potentes vehículos a la hora de penalizar emisiones y, por otro lado, a crear sus propias mecánicas híbridas, como es el caso de DaimlerChrysler y BMW. «Estamos deseando que nuestros competidores desarrollen sus propios motores híbridos porque al fin y al cabo demostraría que se trata de una tecnología que ayudará a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera», opina Dombreval.

Ahora, según Dombreval, comienza también para los híbridos una nueva etapa que para muchos es la cuadratura del círculo. «Tenemos el compromiso de desarrollar coches híbridos potentes y refinados para Lexus que ofrezcan prestaciones y niveles comedidos de emisiones».