Martes, 20 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6302.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Creo que la verdad sólo tiene un rostro: el de una violenta contradicción (Georges Bataille)
 OPINION
Cartas al Director

La despedida de Jesús Quintero es una lástima

Sr. Director:

No pocos han sido los intelectuales en la Historia de España que han plantado cara al poder estatal, siendo todos derrotados estrepitosamente por la insaciable propaganda gubernamental.

Quevedo es un ejemplo de esta lucha desigual. Hombre extraordinariamente formado, no dudó en criticar el desgobierno en el que estaba sumida la decadente Monarquía hispánica. El final de este maestro de las letras es bien conocido. Dos siglos después, vivió otro de nuestros insignes intelectuales: Mariano José de Larra, que no dudó en atacar la zozobra social que hoy heredamos. Su particular contienda, encubierta bajo el pseudónimo de Fígaro, finalizó con un suicidio traumático.

Unamuno, ya en el siglo XX, fue perseguido por su libertad de pensamiento y amplitud de miras. Don Miguel murió de pena patriótica, al ver de nuevo representados los fantasmas de Goya bajo vivas falangistas a la muerte.

Sin caer en comparaciones con los anteriores, Jesús Quintero lo intentó. Creó un periodismo novel que supliera las carencias diarias de la telebasura. Renovó los esquemas de la televisión en un programa de entrevistas, libre y personal. Su vehículo era la palabra, nunca la difamación. Engranaba poesías bajo una luz tenue y una música vaporosa. A nadie dejaba neutral su intelecto magnífico. El periodismo nunca había conocido a un mago del sentimiento y de la razón, a un cocinero de ideas y reparador de conciencias. Quintero era la esperanza para todos aquéllos que creíamos en la belleza del verbo y en la libertad de espíritu.

Chocó, como Quevedo, Larra y Unamuno, con un Estado uniforme que, escondiéndose bajo un manto de progresismo, no permite ninguna discrepancia en su seno. Quintero fue censurado, apaleado y menospreciado por unos políticos que gobiernan nuestro país con especial saña mortuoria.

Pero, el Estado ignora que, al derrotar a Quintero y a otros intelectuales, muestra su máxima decadencia y agonía, privando de voz a los únicos que la tienen. El Estado, nuevamente, ha sido derrotado. En palabras del periodista onubense: «Allá los cuerdos con su cordura».

César Rina Simón. Cáceres.

Zapatero camina hacia la república confederal

Sr. Director:

Su última carta dominical, en la que abordaba la situación de Navarra, fue muy oportuna. Sin embargo, creo que quien tiene que leerla y reflexionar sobre ella, el presidente del Gobierno, no lo hará y continuará con el camino que se ha trazado -o le han trazado- hasta llegar a la instalación en nuestro país de la república confederal.

Me gustaría saber cuándo se va a atrever algún periodista o diputado a preguntarle directamente al presidente del Gobierno para cuándo tiene previsto establecerla.

Juan Antonio de Zulueta. Correo electrónico.

¿Alguien piensa en un plebiscito para Navarra?

Sr. Director:

«¡Navarra será lo que los navarros quieran!», aseveran una y otra vez el presidente y la vicepresidenta del Gobierno. ¿Piensan convocar un plebiscito? ¿Cuándo? Cuando el número de batasunos empadronados en Navarra sea suficiente para que ese voto sea favorable al mundo abertzale?

Y es más, y que me perdonen la autoridades navarras. Mucha de la culpa de lo que está sucediendo la tienen ellos, desde el momento en que permitieron las ikastolas en Navarra, escuelas donde se difunde la ideología nacionalista vasca.

Angeles Calderón. Blanes (Gerona).

Los derechos forales perjudican a España

Sr. Director:

Es muy fácil organizar manisfestaciones. Sobre todo cuando las montan partidos como el PP, con suficientes recursos económicos para sufragar autobuses que desplacen a la gente de unas ciudades a otras. La de Pamplona les salió bastante bien. Reunió a varios miles de personas agitando banderas españolas por las calles de la capital navarra. Con el apoyo de varios grupos de comunicación -entre ellos, Telemadrid, que está al servicio del PP y cubre sus manifestaciones allá donde se produzcan, a pesar de que se supone que es una televisión regional-, vimos al presidente navarro, Miguel Sanz, reivindicar la españolidad de su comunidad.

Y digo yo, ¿no demostrarían el PP, UPN y los demás convocantes de la marcha mayor españolidad si decidieran de una vez terminar con los privilegios forales de los que goza Navarra? Miguel Sanz quiere reformar la Contitución del 78 para que su comunidad no pueda sumarse al País Vasco bajo ningún concepto. ¿Y por qué no aprovecha la reforma para terminar con unos fueros medievales, que, junto con los vascos, les generan unos derechos a su favor que, económicamente, perjudican enormemente al resto de España, esa patria a la que tanto dicen querer y defender?

cartas.director@elmundo.es

Lucas González. Madrid.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad