BARCELONA.-
El fuerte temporal de viento y nieve que los últimos días predomina en la península ha provocado el cierre a la circulación de algunos puertos, y hace obligatorio el uso de cadenas en una docena de carreteras de Cataluña.
El puerto de la Bonaigua y la puerta de entrada a la Vall d'Aran, en Lleida, permanecen cerrados, después de recibir una de las nevadas más fuertes de la temporada. La previsión de nevadas también afecta a las comarcas de Alta Ribagorça y Pallars Sobirà, mientras que en las comarcas de Gerona, las cadenas son obligatorias en la N-152, en Ribes de Freser hacia el puerto de Toses, donde la circulación de vehículos está restringida.
Como consecuencia del fuerte temporal, el Centro de Emergencias de la Generalitat ha elevado a siete las comarcas en alerta, sobre todo en las provincias leridanas y gerundenses.
Por otra parte, los Bomberos de la Generalitat hicieron ayer un total de 27 salidas para resolver los problemas ocasionados por el fuerte viento. La mayoría de ellas, en el área metropolitana de Barcelona.
Los beneficiados por la borrasca son los empresarios turísticos del Pirineo, que contemplan como las recientes nevadas pueden dar un último impulso a la floja temporada de esquí. En Semana Santa, se prevé un incremento de la ocupación hotelera.
El aspecto negativo es el que sufren los agricultores del campo de Lleida, que observan como las cosechas de fruta de este invierno corren ahora peligro por culpa de las bajas temperaturas, el viento y el riesgo de heladas.
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