Svante Pääbo, director de Genética de la Evolución en el Instituto Max Planck de Alemania, lleva mucho tiempo buscando pistas sobre el genoma de los neandertales. Fue el primero en secuenciar ADN de esta especie y quien encontró el gen del lenguaje, el FOXP2.
Pregunta.- ¿Qué aporta el genoma del neandertal?
Respuesta.- Se trata de entender nuestra Historia. Es como una excavación arqueológica, pero del genoma. Queremos encontrar los cambios genéticos que están por debajo para saber qué es lo que los hace únicos.
P.- ¿Confirma el ADN lo que dicen los fósiles?
R.- No tenemos mucha información, pero sí que hemos visto que se parecían más a nosotros de lo que yo pensaba. Cuando tengamos más datos, es posible que descubramos que hubo un contacto genético y que la variabilidad genética humana ha surgido desde el hombre africano hasta el neandertal. Pero aún faltan datos.
P.- Luego, ¿llegó a haber contacto genético entre las dos especies?
R.- Se podría decir que sí, pero sus descendientes se quedaron con los neandertales. Hay vestigios de que el flujo genético fue hacia ellos. Al contrario hay muy poca evidencia.
P.- Un problema es la contaminación de las muestras con ADN moderno. ¿Esos vestigios pueden ser contaminación?
R.- Podrían ser. Es una posibilidad. Por ello hacemos pruebas en dos o tres yacimientos para ver si los resultado son iguales. Por ejemplo será muy intesante ver las diferencias en el cromosoma Y, que varía poco entre humanos modernos. Ahí, los neandertales deben estar fuera.
P.- ¿Qué esperan de este proyecto científico?
R.- En la primera fase, de dos años, haremos un borrador genético del neandertal. Si tenemos suerte, habremos podido estudiar más del 70% de su genoma. Esperemos que la tecnología nos permita perfeccionarlo. Ahora conocemos menos del 1%.
P.- ¿Cree que los neandertales tenían lenguaje?
R.- Esta variante del gen FOXP2 todos la tenemos. Pero yo diría que no estaba presente en el neandertal. Sería muy interesante si se averiguara lo contrario.
P.- ¿Qué explicación da a su desaparición?
R.- No lo sé y creo que no se sabrá nunca. Pudo ser el primer genocidio de la Historia, un problema de reproducción, enfermedades infecciosas.... Y dudo que el genoma ayude a descubrirlo. Pero debemos aprovechar este estudio para entender los cambios en nuestra propia fisiología. El desafío es analizar los fenotipos que nos permiten articular palabras. Averiguar la capacidad lingüística del neandertal sería maravilloso, pero también hay que entender los cambios que se han producido en el genoma de los humanos.