«Nos preocupan los acontecimientos...El cartel degradaría el mercado del gas y por eso hemos hecho un llamamiento a los países interesados para que no se realice este acuerdo. Se necesitarán negociaciones al respecto», dijo el comisario en una rueda de prensa en Budapest, según Efe. Su portavoz, Ferrán Tarradellas, confirmó que la Comisión Europea considera la idea como «algo negativo».

Aún no hay anuncio formal y Qatar ha desmentido el plan, pero varios medios rusos y árabes han publicado que los cinco grandes exportadores de gas firmarán un acuerdo el 9 de abril en Doha, durante una conferencia de los productores que controlan hasta el 70% de las reservas gasistas del mundo. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha comentado varias veces que considera la idea «interesante» y la OTAN ya advirtió el año pasado a sus miembros de que los rusos coqueteaban con sus vecinos sobre un grupo de presión para ganar más peso político. La alianza podría ser más amplia, con países de Asia central, e incluso productores de gas líquido -fácilmente transportable y, por ello, la esperanza europea-, como Trinidad y Tobago.

En la actualidad, el 26% del gas importado a la Unión Europea viene de Rusia, pero los europeos luchan por diversificar sus proveedores con nuevos acuerdos, que podrían estar en peligro si se formara el cartel. Además, la UE está especialmente inquieta por el futuro de su gasoducto Nabucco, que pretende transportar gas del mar Caspio a través de Turquía, Bulgaria, Rumania, Hungría y Austria para evitar, con esmero, el territorio ruso. Los europeos temen que los países caucásicos se unan al cartel y Gazprom consiga obstaculizar su proyecto.