La publicación de la nota remitida por Alvarez motivó que Del Olmo llamase a declarar al inspector jefe tres días más tarde. En su declaración ante el juez, Alvarez explicó que él fue el encargado de custodiar todos los objetos recogidos en el tren que hizo explosión en la estación de El Pozo. El funcionario dio detalles de cómo efectivos del Cuerpo de Bomberos de Madrid fueron amontonando los objetos en el andén, después de que éstos fueron revisados por los Tedax, tras comprobar que no contenían ningún artefacto explosivo.

Según explicó Alvarez, los objetos se fueron agrupando en dos grandes montones. Posteriormente, empleados de Selur (Servicio Especial de Limpieza Urgente) los introdujeron en 17 bolsones de basura de color verdoso y, sobre las 15.00 horas, los bolsones se depositaron en dos furgones policiales que los llevaron, primero a la comisaría de Villa de Vallecas y, luego, al pabellón 6 de Ifema, donde permanecieron más de cuatro horas hasta que fueron llevados, finalmente, a la comisaría del Puente de Vallecas, donde se introdujeron en una habitación que se cerró con llave hasta que se realizó el inventario. Fue en el curso del mismo cuando se localizó la bolsa que contenía la bomba que fue desactivada en la madrugada del día 12 de marzo por los Tedax en el parque Azorín del barrio de Vallecas.

Durante el interrogatorio al que le sometió el juez, éste le enseñó a Alvarez una mochila idéntica a la que contenía la bomba para ver si el funcionario la reconocía. Sin embargo, el inspector no la identificó como la única de las que él vio en la estación que, por su características, hubiera podido contener el explosivo.