En la sesión plenaria, defendió la moción Isabel Casanova, madre de uno de los jóvenes alcalaínos fallecidos en los atentados terroristas del 11-M, quien pidió al alcalde, Bartolomé González, que «el Ayuntamiento considere por igual a todas las víctimas, sin dividirlas entre buenas y malas en función de qué teoría defiendan sobre la autoría de los atentados del 11-M», informa Efe.

Casanova reclamó un local «para disponer en esta ciudad, de donde partieron los trenes y donde tantas víctimas y heridos hubo, de un lugar de reunión donde poder celebrar encuentros y terapias para nuestros asociados», que superan el millar.

De este modo, en su opinión, su asociación «gozará del mismo derecho» del que disfruta la asociación presidida por Angeles Domínguez -[la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M-], y así no se les tratara «como víctimas de segunda categoría», ya que esta entidad sí posee un local en Alcalá de Henares cedido por el Ayuntamiento.

En la moción, las víctimas de la asociación 11-M Afectados por Terrorismo también pedían al Ayuntamiento que «inste a Esperanza Aguirre» a que les conceda «una subvención similar a la del resto de las asociaciones» que, disponiendo de un menor número de socios, han recibido ayudas económicas en los presupuestos que oscilan entre los 140.000 y los 400.000 euros.

El portavoz del Gobierno municipal, Gustavo Severien, justificó el voto contrario del PP porque no pueden «dar un local a alguien que no lo ha pedido». «Si se solicita en tiempo y forma se estudiará, porque para nosotros las víctimas son víctimas y defendemos a todas por igual», añadió.

El concejal de Izquierda Unida, Francisco Pérez, estimó que el alcalde «ha cometido el peor error y deja de ser el alcalde de todas las víctimas con esta decisión».